La cafetería de la amistad



En un bosque muy lejano vivía un oso llamado Bernardo. Bernardo era un oso amigable y curioso que siempre estaba en busca de aventuras. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un zorro llamado Renzo.

Renzo era astuto y rápido, pero también muy solitario. Bernardo decidió acercarse a él y entablar una conversación. - ¡Hola, amigo zorro! ¿Qué haces por aquí tan solo? -preguntó Bernardo con curiosidad.

Renzo miró al oso con desconfianza al principio, pero al ver su amabilidad decidió responder: - Estoy buscando algo para comer, no he tenido mucha suerte últimamente. Bernardo recordó que había guardado algunas bayas deliciosas en su cueva y decidió invitar a Renzo a compartirlas.

El zorro aceptó agradecido y juntos se dirigieron hacia la cueva del oso. Mientras compartían las bayas, Bernardo notó que Renzo tenía un aspecto triste y desaliñado. Su camiseta estaba rota y sucia, lo cual entristeció al oso.

Decidió entonces hacer algo especial por su nuevo amigo. - Renzo, espera aquí un momento -dijo Bernardo antes de salir corriendo hacia la ciudad más cercana. El oso llegó a una tienda donde vendían ropa y accesorios para animales del bosque.

Compró una linda camiseta para el zorro y regresó rápidamente a la cueva. - ¡Renzo! Tengo algo para ti -exclamó emocionado Bernardo mientras le entregaba la camiseta nueva al zorro.

Renzo quedó sorprendido por el gesto tan generoso del oso. Se puso la camiseta y se miró en un charco cercano; se veía totalmente distinto, más elegante y cuidado. A partir de ese día, Bernardo y Renzo se volvieron inseparables.

Exploraban juntos el bosque, compartían historias junto al fuego e incluso abrieron una pequeña cafetería donde servían café caliente a los demás animales del bosque. La amistad entre el oso y el zorro inspiraba a todos los habitantes del bosque.

Aprendieron que la verdadera amistad va más allá de las diferencias y que siempre hay espacio para ayudar al prójimo.

Y así, entre tazas de café humeante, risas compartidas y nuevas aventuras por vivir, Bernardo y Renzo demostraron que cualquier obstáculo puede ser superado cuando se tiene un amigo fiel a tu lado.

FIN.

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