La caída de Josefina

Un día, Josefina estaba muy emocionada porque iba a tener una función de baile en el jardín de infantes. Había practicado mucho y sabía que lo haría genial.

"Mamá, papá, ¡voy a bailar en la escuela hoy! ¿Quieren venir a verme?", preguntó Josefina con entusiasmo. "¡Por supuesto que sí! ¡No nos lo perderíamos por nada del mundo!", respondió su mamá sonriendo. Cuando llegaron al jardín de infantes, Josefina se puso aún más nerviosa.

Pero sus amigos y profesores la animaron y le dijeron que lo haría genial. Finalmente llegó su turno de salir al escenario y cuando empezó la música, ella comenzó a bailar con mucha energía.

Todos los padres presentes aplaudían y se emocionaban viendo a sus hijos actuar. Pero entonces ocurrió algo inesperado: Josefina tropezó con su vestido largo y cayó al suelo.

Ella se sintió humillada y avergonzada, pero rápidamente sus amigos fueron hacia ella para ayudarla a levantarse. "No te preocupes, Josi", dijo uno de ellos. "Todos nos caemos alguna vez". Y así fue como los amigos de Josefina le dieron el coraje necesario para volver a subir al escenario e intentarlo otra vez.

Esta vez todo salió perfecto y recibió un gran aplauso del público. Después de la función, Manuela abrazó fuerte a su hija. "Estoy tan orgullosa de ti, mi amor", dijo emocionada.

Josefina aprendió una gran lección ese día: que es normal equivocarse y caer, pero lo importante es levantarse y seguir adelante con coraje.

Y esa noche se fue a dormir feliz, sabiendo que había hecho su mejor esfuerzo y que sus amigos y familia siempre estarían allí para apoyarla.