La caja de lápices mágicos
Había una vez en un lejano país, una caja de lápices mágicos en la tienda de juguetes del señor Francisco. Los lápices de colores dentro de la caja tenían caritas sonrientes, enojadas, asustadas, tristes y felices.
Un día, los lápices mágicos decidieron que querían ayudar a los niños a expresar sus emociones a través del arte. - ¡Vamos a salir de la caja y llevar alegría a los niños! - exclamó el lápiz amarillo.
- ¡Sí, y también ayudarlos a entender que todas las emociones son importantes! - agregó el lápiz azul. Entonces, cada lápiz tomó un papel y comenzaron a dibujar maravillosos paisajes, retratos e historias que reflejaban las distintas emociones.
Los niños se maravillaron al ver cómo los lápices mágicos plasmaban sus sentimientos en los dibujos. La noticia se extendió por todo el pueblo y los lápices mágicos se convirtieron en un éxito en la tienda de juguetes del señor Francisco.
Desde entonces, los niños aprendieron a expresar sus emociones a través del arte y los lápices mágicos vivieron felices ayudando a los pequeños a ser más creativos y comprensivos con sus sentimientos.
FIN.