La caja mágica de las galletas compartidas

Había una vez en un hermoso bosque, cinco animales muy especiales: una jirafa llamada Gertrudis, un elefante llamado Ernesto, un mono llamado Marcelo, un león llamado Leopoldo y una tortuga llamada Teresa.

Estos animales eran amigos desde pequeños y siempre compartían aventuras juntos. Un día soleado, mientras exploraban el bosque en busca de algo divertido que hacer, se encontraron con una caja misteriosa abandonada entre los árboles. Curiosos como eran, decidieron abrirla.

¡Y para su sorpresa, la caja estaba llena de deliciosas galletas con queso! Los ojos de todos se iluminaron al ver las galletas tan apetitosas. Pero antes de comerlas todas sin pensarlo dos veces, Gertrudis tuvo una idea brillante.

Ella propuso compartir las galletas equitativamente para que cada uno pudiera disfrutarlas por igual. "¡Eso es justo!", exclamó Ernesto el elefante. "Sí", dijo Marcelo el mono mientras saltaba emocionado. Leopoldo el león asintió con la cabeza y Teresa la tortuga sonrió lentamente.

Así comenzó la distribución de las galletas. Cada animal recibió una cantidad igual y comenzaron a disfrutarlas juntos mientras compartían historias y risas.

Pero justo cuando estaban a punto de terminar sus deliciosas meriendas, escucharon un ruido extraño proveniente del arbusto cercano. Todos miraron hacia allí y vieron a un pequeño ratón asustado que había quedado atrapado en una trampa. Sin pensarlo dos veces, los cinco amigos corrieron en su ayuda y lograron liberarlo.

El ratón, agradecido por su valentía, les dijo que tenía un secreto para ellos. Resulta que las galletas con queso venían de una tienda muy especial en el otro lado del bosque.

El dueño de la tienda era conocido por ser muy generoso y siempre compartía sus productos con aquellos que demostraban amabilidad. "Si vamos juntos a la tienda", dijo el ratón emocionado, "podremos recibir muchas más galletas con queso". Los animales se miraron entre sí y sin dudarlo aceptaron el desafío.

Juntos emprendieron el viaje hacia la tienda mágica. Durante el camino encontraron obstáculos como ríos profundos y árboles caídos, pero trabajando en equipo lograron superar cada uno de ellos.

Su amistad y solidaridad eran tan fuertes que nada podía detenerlos. Finalmente llegaron a la tienda mágica donde fueron recibidos por el dueño, un viejo búho sabio llamado Baltazar.

Al ver su espíritu generoso y su trabajo en equipo, Baltazar decidió recompensarlos con cajas llenas de galletas con queso para compartir entre todos los animales del bosque. Desde ese día en adelante, Gertrudis, Ernesto, Marcelo, Leopoldo y Teresa se convirtieron en héroes del bosque.

Inspirados por su historia de amistad y generosidad, todos los demás animales aprendieron la importancia de trabajar juntos y compartir, no solo las galletas con queso, sino también la felicidad y el amor.

Y así, en aquel hermoso bosque, los animales vivieron felices y siempre recordaron que cuando se trata de compartir, todos pueden disfrutar de una deliciosa galleta con queso.