La campeona del hockey
Katherina era una niña de 9 años que vivía en la ciudad de Buenos Aires. Desde muy pequeña, le encantaba el hockey y siempre jugaba con sus amigos en el parque cercano a su casa.
Un día, mientras veía un partido de hockey por televisión, Katherina se emocionó tanto que decidió que quería ser una gran jugadora como las que estaba viendo. Desde ese momento, Katherina comenzó a entrenar todos los días después del colegio.
Practicaba sus tiros al arco y mejoraba su técnica para poder jugar cada vez mejor. Al principio, algunos niños se burlaban de ella porque era la única niña que jugaba al hockey en su barrio, pero eso no detuvo a Katherina.
Un día, mientras estaba entrenando sola en el parque, un hombre mayor se acercó a ella y le preguntó si quería jugar con un equipo de hockey profesional.
Katherina estaba tan emocionada que no podía creer lo que estaba escuchando. "¿De verdad? ¡Sí quiero!"- exclamó Katherina emocionada.
El hombre le dijo que tenía potencial para llegar muy lejos como jugadora y le ofreció llevarla a una prueba para entrar al equipo juvenil del club más importante de la ciudad. Katherina asistió a la prueba y demostró todo lo aprendido durante sus entrenamientos diarios. Los entrenadores quedaron impresionados con su habilidad y decidieron incluirla en el equipo juvenil.
A partir de ese momento, Katherina se dedicó aún más al hockey. Entrenaba duro todos los días junto a sus compañeros de equipo y poco a poco fue mejorando cada vez más hasta convertirse en una jugadora clave para su equipo.
Un día, el equipo juvenil fue seleccionado para representar a Argentina en el campeonato mundial de hockey. Katherina estaba muy emocionada por la oportunidad de jugar con los mejores jugadores del mundo y representar a su país.
El torneo fue difícil, pero Katherina y su equipo lograron llegar hasta la final contra un equipo muy fuerte de Canadá. El partido fue muy parejo y ambos equipos dieron todo lo que tenían.
Faltando solo unos segundos para terminar el partido, Katherina recibió el balón y corrió hacia el arco contrario. Con un tiro preciso, logró hacer un gol que le dio la victoria a Argentina.
Katherina se convirtió en una heroína nacional y recibió muchos reconocimientos por parte del gobierno y del club al que pertenecía. Pero lo más importante para ella era saber que había logrado cumplir su sueño gracias a su dedicación y esfuerzo diario.
Desde ese día, Katherina siguió entrenando cada vez más duro para seguir mejorando como jugadora de hockey e inspirar a otras niñas como ella a perseguir sus sueños sin importar las dificultades que puedan encontrar en el camino.
FIN.