La caña mágica del pescador


Había una vez un nenito de gorrita colorada llamado Nico que vivía en una pequeña casa cerca del bosque.

Un día, decidió ir a pescar al río cercano, llevando su caña de pescar y algunas golosinas para disfrutar mientras esperaba. Mientras caminaba por el bosque, se encontró con un lobo hambriento que lo persiguió. Nico corrió lo más rápido que pudo, pero el lobo seguía detrás de él.

Finalmente, llegó al río y saltó dentro del agua para escapar del lobo. Sin embargo, perdió su caña de pescar en el proceso y estaba muy triste porque no podía pescar sin ella. De repente, apareció un anciano sabio sentado en la orilla del río.

"¿Por qué estás tan triste?" preguntó el anciano. Nico le contó todo sobre cómo había perdido su caña de pescar mientras escapaba del lobo. El anciano sonrió y le dijo: "No te preocupes mi joven amigo, tengo algo especial para ti".

El anciano sacó una caña de bambú hermosa y reluciente con una línea larga y resistente. "Esta es la mejor caña de pescar que jamás hayas visto", dijo el sabio.

"Pero tiene un precio: debes prometerme que siempre serás amable con los animales y nunca volverás a tener miedo". Nico aceptó felizmente la oferta del sabio y comenzaron a hablar sobre pesca juntos.

El anciano le mostró todas las técnicas adecuadas para atrapar peces grandes e incluso compartió algunos consejos sobre cómo ser un buen pescador. Después de pasar un tiempo agradable juntos, Nico se despidió del anciano y comenzó a pescar con su nueva caña.

Pronto, atrapó muchos peces grandes y hermosos que lo hicieron sentir orgulloso. Desde ese día, Nico siempre fue amable con los animales y nunca volvió a tener miedo. Se convirtió en un gran pescador gracias al sabio anciano y su maravillosa caña de bambú.

Y cada vez que recordaba su aventura con el lobo, sonreía felizmente pensando en la lección que aprendió: nunca debemos rendirnos ante nuestros miedos.

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