La canción de la amistad
Había una vez en un hermoso bosque, una tortuga llamada Tita. Tita era muy especial, ya que no solo era la tortuga más lenta de todas, sino también la más cariñosa y amigable.
Siempre tenía una sonrisa en su rostro y estaba dispuesta a ayudar a todos los animales del bosque. Tita vivía cerca de un río y le encantaba pasar sus días nadando y jugando con sus amigos.
Tenía un grupo diverso de compañeros: el conejo Saltarín, el pájaro Trinar, el zorro Astuto y el erizo Púas. Juntos formaban una pandilla inseparable. Un día soleado, mientras estaban jugando cerca del río, escucharon música proveniente de lo profundo del bosque.
Todos se miraron emocionados y decidieron seguir el sonido para descubrir qué pasaba. Al llegar al lugar de origen de la música, encontraron a una pequeña ardilla llamada Manchitas tocando su guitarra bajo un árbol frondoso.
Manchitas había perdido su hogar debido a un incendio forestal y ahora vivía en soledad en ese rincón del bosque. Tita se acercó a Manchitas con ternura y le dijo: "¡Hola! Soy Tita la tortuga. ¿Puedo ser tu amiga?".
Manchitas miró sorprendida a Tita, pero luego sonrió ampliamente y respondió: "¡Claro que sí! Será genial tener una amiga como tú". A partir de ese momento, Tita pasaba cada día junto a Manchitas enseñándole sobre las maravillas del bosque y presentándole a sus amigos.
Juntos, formaron una banda musical con Tita en el teclado, Saltarín en la batería improvisada, Trinar como vocalista y Astuto tocando la guitarra. La música llenaba el bosque de alegría y los animales se unían para escucharlos tocar.
Pronto, todos los habitantes del bosque conocieron a Manchitas y le dieron la bienvenida. Ya no estaba sola, ahora tenía muchos amigos gracias a Tita.
Un día, mientras practicaban para un gran concierto que darían frente al río, llegó una noticia triste: el río se estaba secando debido a la falta de lluvia. Todos estaban preocupados porque si el río desaparecía, no tendrían agua ni comida suficiente.
Tita sabía que tenía que hacer algo por su hogar y decidió buscar ayuda. Se acercó al viejo búho sabio del bosque y le pidió consejo. El búho le dijo: "Querida Tita, si quieres salvar tu hogar debes encontrar una manera de traer lluvia".
Con determinación en su corazón, Tita regresó junto a sus amigos y les contó sobre su conversación con el búho sabio. Juntos idearon un plan ingenioso: utilizarían su música para pedirle ayuda al cielo.
El día del concierto llegó y todos los animales se reunieron alrededor del río reseco. La banda de Tita comenzó a tocar con todas sus fuerzas mientras cantaban una canción llena de esperanza y amor por su hogar. De repente, las nubes grises cubrieron el cielo y comenzó a llover.
La lluvia cayó suavemente sobre la tierra seca, llenando el río nuevamente y devolviendo la vida al bosque. Todos los animales del bosque celebraron con alegría mientras Tita abrazaba a Manchitas emocionada.
Habían logrado salvar su hogar gracias a la unión de sus talentos y su amor por el bosque. Desde ese día, Tita, Manchitas y todos los demás animales del bosque vivieron felices y en armonía.
Aprendieron que juntos podían superar cualquier obstáculo y que nunca debían subestimar el poder de la amistad. Y así, esta historia nos enseña que no importa cuán diferentes seamos, siempre podemos encontrar una manera de ayudarnos mutuamente y hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.