La canción mágica de Fausti



eran muy orgullosos de él y siempre lo animaban en sus presentaciones. Una tarde, mientras Fausti practicaba con su guitarra en su habitación, Pancrasio comenzó a llorar desconsoladamente.

Fausti dejó su guitarra a un lado y corrió hacia la cuna de su hermanito. "¿Qué te pasa, Pancrasio? ¿Por qué estás llorando?"- preguntó Fausti preocupado.

Pancrasio señaló hacia la ventana y dijo: "¡Tengo miedo del ruido fuerte!"-Fausti entendió que el ruido de la música le asustaba al pequeño Pancrasio. Entonces se le ocurrió una idea brillante para ayudarlo. "No te preocupes, Pancrasio.

¡Voy a escribir una canción especialmente para ti! Una canción que no sea tan fuerte pero que te haga sentir feliz"- dijo Fausti con entusiasmo. Así que Fausti se sentó junto a Pancrasio en el suelo de la habitación y comenzó a tocar unas notas más suaves en su guitarra. Mientras tanto, Vampirino y Vampirina se acercaron curiosos para ver qué estaba pasando.

"¡Escuchen todos! ¡Estoy componiendo una canción especial para Pancrasio!"- exclamó Fausti emocionado. Vampirino sonrió orgulloso y Vampirina aplaudió emocionada. Juntos formaban una familia muy talentosa y creativa. Día tras día, Fausti trabajaba duro en su nueva canción.

Practicaba diferentes melodías hasta encontrar las notas perfectas que no asustaran a Pancrasio. Y finalmente, después de mucho esfuerzo, la canción estuvo lista. "¡Pancrasio, ven aquí! ¡Es hora de que escuches tu canción especial!"- llamó Fausti emocionado.

Pancrasio se acercó gateando y se sentó en el regazo de Fausti. Entonces, Fausti comenzó a tocar suavemente las notas de guitarra mientras cantaba una dulce melodía:"Pancrasio, mi hermanito querido, No tengas miedo del ruido.

Esta canción te hará sonreír, Con su melodía vas a reír. La música no tiene que ser fuerte, Para alegrar nuestro corazón. Con amor y ternura en cada nota, Haremos desaparecer todo temor".

A medida que Fausti cantaba, Pancrasio comenzó a sonreír y a moverse al ritmo de la música. Sus lágrimas se convirtieron en risas y sus miedos desaparecieron por completo. Vampirino y Vampirina miraban con orgullo cómo su hijo mayor había encontrado una solución para ayudar a su hermanito.

Era evidente que La Banda de las Personas Lindas tenía un nuevo integrante: Pancrasio. Desde ese día, Fausti siempre incluía la canción especial para Pancrasio en sus presentaciones.

Juntos formaron un dúo musical lleno de amor y alegría que llevaba sonrisas a todos los corazones que los escuchaban.

Y así, La Banda de las Personas Lindas continuó tocando música llena de amor y comprensión por el mundo entero, demostrando que la música es un lenguaje universal capaz de unir a las personas sin importar su edad o sus miedos. Fin.

FIN.

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