La canción mágica de Sofía


En un hermoso bosque rodeado de mariposas multicolores vivía una niña llamada Sofía. A pesar de tener una voz dulce y melodiosa, Sofía no se atrevía a cantar en público.

Siempre que alguien le pedía que lo hiciera, sentía un nudo en la garganta y sus piernas temblaban de miedo. Un día, mientras paseaba por el bosque, Sofía encontró a una mariposa triste posada sobre una flor. La mariposa parecía estar enferma y débil.

Sofía se acercó con cuidado y le preguntó qué le ocurría. "Soy Maribel, la reina de las mariposas", dijo la pequeña criatura con voz apagada. "El bosque está perdiendo su magia porque ya no hay música en él".

Sofía quedó sorprendida por las palabras de Maribel. No podía creer que su voz fuera tan importante para el bosque. "¿Cómo puedo ayudarte?", preguntó Sofía con curiosidad.

Maribel explicó que había una antigua canción secreta que solo los seres humanos podían cantar para devolverle la vitalidad al bosque. Pero nadie había logrado hacerlo desde hace mucho tiempo. Sofía sintió un cosquilleo en su corazón al escuchar esto.

Sabía que era momento de enfrentar sus miedos y confiar en sí misma. Con valentía, decidió volver al centro del bosque junto a Maribel y comenzaron a buscar pistas para encontrar la canción secreta.

Recorrieron senderos llenos de árboles gigantes, cruzaron ríos cristalinos y subieron montañas hasta llegar a una cueva misteriosa. Dentro de la cueva, encontraron un antiguo libro de canciones guardado en un pedestal. Sofía lo abrió con cuidado y descubrió las notas musicales que componían la canción secreta. "¡Aquí está!", exclamó emocionada Sofía.

"Ahora solo tengo que cantarla". Pero justo cuando estaba por comenzar, su voz se apagó nuevamente. Los viejos miedos volvieron a invadir su mente y corazón.

En ese momento, Maribel se posó sobre el hombro de Sofía y le dijo con ternura:"Confía en ti misma, Sofía. Eres valiente y capaz de hacerlo". Sofía cerró los ojos por un instante, respiró profundamente y decidió creer en sí misma.

Abrió la boca y dejó salir las notas melódicas que había guardado durante tanto tiempo. Su voz resonó en el bosque como una llovizna refrescante. Las mariposas revolotearon alrededor de ella, llenando el aire de colores brillantes.

Los árboles empezaron a mover sus ramas al ritmo de la música, mientras flores brotaban por doquier. El bosque volvió a cobrar vida gracias a la hermosa melodía de Sofía. Las mariposas recuperaron su alegría y Magia volviendo a revolotear entre los árboles.

Desde aquel día, Sofía nunca más tuvo miedo de cantar. Descubrió que su voz era mucho más poderosa e importante de lo que ella imaginaba; podía sanar corazones, alegrar espíritus y devolver la vida a un bosque encantado.

Y así, Sofía siguió cantando en cada rincón del bosque, compartiendo su dulzura y amor con todos los seres que habitaban en él. Aprendió que confiar en sí misma era el primer paso para lograr grandes cosas y ayudar a los demás.

Y colorín colorado, esta historia de valentía y confianza ha terminado.

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