La canción mágica del jarabe



Había una vez una nena llamada Sofi que estaba enferma de tos. La mamá de Sofi le había comprado un jarabe para la tos, pero a ella no le gustaba el sabor y se negaba a tomarlo.

"No quiero tomar el remedio, mami", decía Sofi con voz ronca mientras tosía. "Pero hija, tienes que tomarlo para sanarte", respondía su mamá preocupada.

Sofi se quedó en casa todo el día sin querer jugar ni hacer nada divertido porque su garganta le dolía mucho. Hasta que llegó la abuela de visita. "Hola mi amor, ¿cómo te sientes?", preguntó la abuela cariñosamente. "Mal abu, tengo mucha tos y no quiero tomar el remedio", respondió Sofi tristemente.

La abuela sonrió y dijo: "Yo sé cómo hacer que te sientas mejor". Y así fue como la abuela sacó su guitarra y empezó a cantar canciones divertidas mientras tocaba las cuerdas.

Sofi se olvidó por completo de su dolor de garganta y empezó a reírse junto a su abu. "¿Ves hija? No todo tiene que ser malo cuando estás enferma", dijo la mamá sonriendo al ver a Sofi tan feliz después de tanto tiempo.

Después de un rato jugando con su abuela, ésta le ofreció un vaso con agua mezclada con el jarabe. Aunque al principio Sofi hizo una mueca al probarlo, finalmente lo tomó todo gracias al apoyo y cariño de su familia.

Al día siguiente, cuando despertó por la mañana, Sofi se sintió mucho mejor. Ya no tenía tos y tenía más energía para jugar. "¡Mamá, abu! Me siento mucho mejor, gracias por cuidarme", dijo Sofi emocionada al ver que su tos había desaparecido.

Desde ese día, Sofi aprendió que a veces hay que hacer cosas que no nos gustan para sentirnos mejor. Y también aprendió a valorar el amor y el apoyo de su familia cuando estaba enferma.

FIN.

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