La Caperucita Azu



En un pueblo perdido en lo profundo del bosque vivía una niña llamada Azulita, pero todos la llamaban Caperucita Azu por el color de su capa.

Un día, la abuela de Azulita enfermó y su mamá le pidió que llevara una canasta con alimentos a la cabaña de la abuela. "Azulita, ten cuidado en el bosque, no te apartes del camino y no hables con extraños", le advirtió su mamá.

Azulita asintió y emprendió su camino hacia la cabaña de la abuela. En el bosque, Azulita se encontró con el Lobo Feroz, quien le preguntó a dónde se dirigía. "Voy a la cabaña de mi abuelita, que está enferma", respondió Azulita.

El Lobo Feroz, con astucia, le indicó un camino más corto para llegar a la cabaña. Azulita, confiada, siguió el consejo del lobo y tomó el atajo. Mientras tanto, en la cabaña, la abuela de Azulita esperaba impaciente la llegada de su nieta.

Al darse cuenta de que Azulita tardaba mucho, decidió llamar al guardabosque. "Señor guardabosque, mi nieta Azulita debería haber llegado hace rato, ¿podría buscarla en el bosque?", pidió la abuela. El guardabosque asintió y salió en busca de Azulita.

Mientras tanto, Azulita se encontró con el guardabosque y le contó lo sucedido con el Lobo Feroz. El guardabosque la llevó sana y salva a la cabaña de su abuela.

Una vez allí, la abuela le explicó a Azulita la importancia de no hablar con extraños y de seguir siempre las indicaciones de sus mayores. Azulita aprendió la lección y prometió no desviarse del camino ni confiar en extraños nuevamente.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!