La Caperucita Plateada y el Bosque de las Sombras



Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, una niña llamada Caperucita Plateada. A diferencia de la tradicional Caperucita Roja, ella llevaba una caperuza brillante y plateada que su abuela le había tejido con hilos mágicos. La abuela siempre le decía que la caperuza la protegería de cualquier peligro.

Un día, mientras Caperucita Plateada paseaba por el bosque cercano, escuchó un susurro entre los árboles.

"¡Caperucita! ¡Caperucita!" - llamaba una voz.

"¿Quién eres?" - preguntó Caperucita, un poco asustada, pero también intrigada.

De entre las sombras apareció un pequeño zorro de pelaje dorado.

"Soy Zorrito, y el bosque se está llenando de sombras. Necesito tu ayuda" - dijo el zorro.

"¿Sombras?" - exclamó Caperucita. "¿Qué pasó?"

"Han robado los colores del bosque y las sombras están creciendo, por eso es tan oscuro y triste por aquí. Una anciana bruja las ha atrapado en su cueva. Necesitamos encontrarla y devolver los colores a nuestro hogar" - explicó Zorrito.

Caperucita, decidida a ayudar, le dijo:

"¡Vamos juntos! Con mi caperuza plateada, podemos enfrentar cualquier peligro."

Luego de mucho andar, Caperucita y Zorrito llegaron a la cueva de la bruja. El lugar estaba lleno de sombras y colores apagados.

"No podemos entrar así, Zorrito. Necesitamos un plan" - propuso Caperucita.

Zorrito pensó por un momento y dijo:

"Tal vez podamos distraerla con algo brillante. Tu caperuza podría hacer el truco."

Caperucita sonrió.

"¡Eso es una gran idea!" - respondió. "Vamos a intentarlo."

Cuando se acercaron a la entrada de la cueva, de repente, la bruja salió, su rostro corruvado y muchos frascos de sombras flotando a su alrededor.

"¿Qué hacen aquí, criaturas del bosque?" - gruñó la bruja.

"¡Hola, señora bruja!" - comenzó Caperucita con valentía. "Vine a mostrarle algo increíble. ¡Mire mi caperuza plateada!"

La bruja observó con curiosidad mientras Caperucita giraba para que la luz reflejara en la caperuza.

"¡Eso brilla mucho!" - dijo sorprendida. "Pero, ¿y los colores?" - preguntó la bruja, olvidándose de su maldad.

"Si me deja ir a recuperar los colores de nuestro bosque, le prometo que vendré a mostrarle más cosas brillantes" - propuso Caperucita.

La bruja, intrigada por la promesa, asintió. Junto a Zorrito, Caperucita logró convencer a la bruja de que los colores eran esenciales para la vida de todos en el bosque. Después de unas largas charlas y dulces risas, la bruja accedió a liberar los colores, ya que también en su interior anhelaba ver un mundo lleno de brillo.

"Prometo que visitaré seguido y traeré más cosas brillantes para compartir" - dijo Caperucita emocionada.

Finalment, Caperucita Plateada y Zorrito llevaron de vuelta los colores al bosque y pronto, la alegría volvió a reinar en cada rincón. La bruja, ahora diferente, también se unió a ellos, prometiendo cuidar el bosque junto con todos.

"Juntos, siempre será más hermoso" - concluyó Caperucita, y el bosque brilló más que nunca.

Desde entonces, nunca se volvió a ver la oscuridad esos lares, y cada vez que alguien usaba una prenda brillante, recordaban a Caperucita Plateada y su gran corazón que difundió los colores de la alegría en el bosque.

Fin.

FIN.

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