La capibara miedosa que se perdió en el zoológico
Había una vez una capibara llamada Capi que vivía en un gran zoológico. A Capi le encantaba jugar, nadar y comer tierna lechuga, pero había un problema: era muy miedosa. Cada vez que había un ruido fuerte o veía un animal grande, se ponía muy nerviosa y se escondía detrás de una roca.
Un día, mientras Capi estaba comiendo su lechuguita favorita, un grupo de niños entró al zoológico. Estaban tan emocionados que comenzaron a saltar y a hacer mucho ruido. Capi, asustada, salió corriendo y se perdió entre los árboles.
"¿Dónde estoy?" - se preguntó Capi con su voz temblorosa.
Desorientada, comenzó a caminar y pronto se dio cuenta de que no sabía cómo volver a su hogar. En su camino, se encontró con un loro llamado Lolo, que estaba posado en una rama.
"Hola, Capi, ¿por qué estás tan preocupada?" - le preguntó Lolo.
"Me perdí y no sé cómo regresar a mi hogar. Me asustan los ruidos y los animales grandes" - respondió Capi, con lágrimas en los ojos.
Lolo la miró con ternura y dijo:
"No tengas miedo, ¡hay muchas cosas bonitas por descubrir aquí!"
"Pero... ¿cómo puedo volver?" - insistió Capi.
Lolo pensó por un momento y luego dijo:
"Te ayudaré. Primero, juntos veremos que nada es tan aterrador como parece. Vamos a conocer un poco más sobre el zoológico antes de regresar".
Capi dudó, pero decidió seguir a Lolo. Juntos, llegaron al estanque donde habían peces de colores moviéndose alegremente.
"Mirá qué lindos son esos peces, Capi", - dijo Lolo.
"¡Son hermosos!" - respondió Capi, comenzando a sonreír.
Luego, se encontraron con un elefante llamado Titi, que estaba jugando con una pelota.
"Hola, elefante gigante", - dijo Lolo.
"No os asustés, él es amigo".
"Hola, qué bien que están. Jueguen conmigo", - dijo Titi, moviendo la cola felizmente.
"¿Ves, Capi? No hay razón para tener miedo de los grandes" - le dijo Lolo.
Capi lo miró sorprendida. Estaba disfrutando mucho.
Después de un rato, Capi se sintió más valiente y comenzó a jugar con Titi. Saltaron, rodaron en la hierba y se reían juntos. Capi nunca había sido tan feliz.
"Gracias por ayudarme a dejar de tener miedo, Lolo" - dijo Capi, ahora llena de energía.
"¡De nada! Pero ahora debemos ir a buscar tu camino de regreso" - respondió Lolo.
Seguirían juntos, cuando de repente vieron a un grupo de niños buscando a un animal que se había perdido.
"Capi, creo que esos niños te están buscando a ti!" - le dijo Lolo emocionado.
Capi sintió una mezcla de miedo y emoción.
"Pero... ¿qué si se asustan de mí?" - preguntó.
"No te preocupes, ellos solo quieren verte. Vamos a ser valientes juntos" - le dijo Lolo, animándola.
Capi tomó aire y decidió acercarse.
"¡Hola! Soy Capi" - dijo tímidamente.
Los niños se pusieron muy contentos y comenzaron a aplaudir.
"¡Mirá, allá está la capibara!" - gritaron.
Capi se dio cuenta de que realmente no tenía motivos para tener miedo y que los niños no sólo no la asustaban, sino que les alegraba verla. Se acercó más y comenzó a jugar con ellos. Lolo se unió y todos juntos se divirtieron mucho.
Al final del día, Capi sintió un gran calor en su corazón. Se dio cuenta que, aunque tenía miedo, podía ser valiente al mismo tiempo.
"Gracias, Lolo, por ayudarme a superar mis miedos" - dijo Capi, sonriendo.
"Siempre estaré aquí para apoyarte, amiga" - contestó Lolo.
Capi finalmente volvió a su hogar contenta, lista para contarle a todo el mundo sobre su valiente aventura en el zoológico. Desde ese día, nunca dejó que sus miedos la detuvieran.
Y así, la capibara miedosa aprendió que la valentía se encuentra a veces en descubrir nuevas cosas junto a amigos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.