La captura de Carmen Sandiego



- ¡Mira, Lucía! ¡Carmen Sandiego está en la portada del periódico! ¿Sabías que es una famosa ladrona? Lucía se acerca y observa el titular con curiosidad. - Sí, he oído hablar de ella.

Dicen que es muy astuta y siempre logra escapar de la policía. El niño, llamado Tomás, frunce el ceño y dice decidido:- No podemos permitir que Carmen Sandiego siga robando impunemente. ¡Somos detectives y tenemos que atraparla! Lucía asiente emocionada. - Tienes razón, Tomás.

Vamos a investigar este caso juntos y poner fin a sus fechorías. Tomás saca su lupa de detective del bolsillo y comienza a examinar el periódico detenidamente.

- Según esta noticia, Carmen Sandiego ha robado una valiosa joya en el museo de nuestra ciudad. Debemos ir allí e interrogar a los testigos. Los dos niños se dirigen rápidamente al museo y hablan con un guardia que presenció el robo.

- Señor guardia, necesitamos su ayuda para atrapar a Carmen Sandiego. ¿Puede decirnos cómo era ella? El guardia piensa por un momento antes de responder:- Era una mujer alta, vestida completamente de rojo y llevaba un sombrero elegante. Sus ojos eran verdes como los tuyos, Lucía.

Los pequeños detectives intercambian una mirada emocionada. - Tenemos una pista importante ahora -dice Tomás-. Debemos buscar en todos los lugares donde haya personas altas vestidas de rojo con sombreros elegantes. Lucía asiente y los dos se ponen en marcha.

Recorren la ciudad, buscando pistas y hablando con las personas que han visto a Carmen Sandiego. En cada lugar, encuentran a alguien vestido de rojo, pero ninguno resulta ser la ladrona.

Están empezando a desanimarse cuando Lucía tiene una idea. - Tomás, ¿y si Carmen Sandiego está usando disfraces para despistarnos? Tomás sonríe emocionado. - ¡Claro! Eso explicaría por qué no la encontramos fácilmente.

Debemos buscar en tiendas de disfraces y averiguar si alguien ha comprado un traje de detective recientemente. Los niños corren hacia una tienda cercana y preguntan al dueño si ha vendido algún disfraz sospechoso últimamente. El dueño les cuenta que una mujer alta compró un traje de detective hace unos días.

Les muestra una foto del día de la compra y ambos niños reconocen a Carmen Sandiego disfrazada. - ¡Es ella! -exclaman al unísono-. Tenemos que seguir su rastro. Deciden esperar cerca de la tienda para atraparla cuando regrese.

Pasan horas vigilando hasta que finalmente ven a Carmen Sandiego acercándose al local. - ¡Ahí está! -susurra Tomás emocionado-. Esperemos el momento adecuado para atraparla sin alertarla.

Cuando Carmen entra en la tienda, los pequeños detectives entran sigilosamente detrás de ella. La sorprenden mientras intenta robar otro disfraz y logran capturarla antes de que pueda escapar nuevamente. La policía llega rápidamente y se lleva a Carmen Sandiego bajo custodia.

Los niños son felicitados por su valentía y astucia. - ¡Lo logramos, Lucía! -exclama Tomás con una gran sonrisa-. Hemos atrapado a la famosa ladrona Carmen Sandiego. Lucía asiente orgullosa. - Nunca subestimes el poder de la perseverancia y la colaboración, Tomás.

Juntos, podemos hacer grandes cosas. Desde ese día, Tomás y Lucía se convirtieron en los detectives más reconocidos de la ciudad. Aprendieron que trabajar en equipo y nunca rendirse son las claves para resolver cualquier misterio.

Y así, continuaron enfrentando desafíos juntos, inspirando a otros niños a luchar por lo que creen correcto y siempre buscar justicia.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!