La carrera de la amistad



. Entre ellos, se encontraba Sofía, una niña muy activa y divertida que siempre estaba buscando nuevas aventuras para vivir con sus amigos.

Un día, mientras estaban jugando en el parque, Sofía notó que uno de sus amigos, Tomás, no parecía estar disfrutando tanto como los demás. Se acercó a él y le preguntó qué pasaba. "No sé Sofi, me siento un poco triste hoy", respondió Tomás con la cabeza gacha.

Sofía pensó por un momento y decidió que tenía que hacer algo para animar a su amigo. Recordó que había visto en la televisión una carrera de obstáculos y se le ocurrió organizar una competencia similar para todos sus amigos.

"Chicos, ¿qué les parece si hacemos una carrera de obstáculos?", propuso Sofía entusiasmada.

Todos los niños aceptaron emocionados y rápidamente comenzaron a armar el circuito con lo que encontraban en el parque: ramas de árboles para saltar, bancos para trepar y cajas para pasar por debajo. La carrera fue intensa y emocionante. Todos los niños gritaban y alentaban a sus compañeros mientras sorteaban cada uno de los obstáculos.

Pero cuando llegaron al final del circuito, se dieron cuenta de que Tomás todavía estaba atrás. Sofía no dudó un segundo en ir hacia atrás a buscarlo y juntos terminaron la carrera hasta llegar al final entre aplausos de todos los demás niños.

Al terminar la competencia, Tomás se acercó a Sofía con lágrimas en los ojos:"Gracias Sofi por ayudarme hoy. Me hiciste sentir mucho mejor". "No hay problema Tomi, eso es lo que hacen los amigos", respondió Sofía con una sonrisa en el rostro.

A partir de ese día, todos los niños aprendieron la importancia de ayudar a sus amigos y de no dejar a nadie atrás. Y aunque las aventuras continuaron, siempre se aseguraron de incluir a todos y cada uno de ellos en cada juego o actividad que realizaban juntos.

FIN.

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