La Carrera de la Amistad
En un pequeño pueblo llamado Arcoiris, vivían dos amigos inseparables: Lucas y Manuel. Desde muy chicos, siempre soñaron con ser campeones en la gran carrera anual que se celebraba cada verano. La carrera no solo era un evento emocionante, sino que también otorgaba un hermoso trofeo al ganador y un diploma para todos los participantes.
Un día, mientras caminaban por el parque, Lucas le dijo a Manuel:
"Este año le vamos a ganar a todos, estoy seguro. He estado entrenando todos los días."
"Yo también, pero he notado que a veces me cuesta un poco más, porque no tengo un lugar adecuado para practicar."
Lucas pensó en ello y decidió ayudar a su amigo. Juntos, se pusieron las zapatillas y fueron a la casa de Lucas, donde tenían una gran cancha de pasto para correr.
Durante varias semanas, entrenaron juntos, apoyándose uno al otro. Sin embargo, a medida que se acercaba la carrera, Manuel comenzó a sentirse un poco nervioso. Una tarde, mientras corrían, Manuel se detuvo y dijo:
"Lucas, creo que no seré lo suficientemente rápido para ganar. ¿Y si no salgo ni entre los primeros?"
"¡No digas eso! La carrera no es solo para ganar, ¡también es para disfrutar y compartir! Además, si no ganas, lo importante es que lo intentaste con todas tus ganas."
Finalmente, llegó el día de la carrera. El parque se llenó de gente, y los amigos estaban emocionados. Al sonar el silbato, comenzaron a correr. Al principio, Lucas iba adelante, mientras que Manuel tropezaba y caía. Cuando vio a su amigo caer, Lucas no dudó un segundo:
"Manuel, ¡esperame! Estoy volviendo."
Lucas se detuvo y ayudó a Manuel a levantarse. "¿Estás bien? Vamos, seguí corriendo conmigo."
Manuel, agradecido, sonrió y corrió junto a Lucas. Pero mientras avanzaban, se dieron cuenta de que había un corredor mucho más rápido que ellos, que ya estaba muy adelante. Sin embargo, eso no desanimó a los dos amigos, que siguieron corriendo y disfrutando del momento.
Al llegar a la mitad de la carrera, comenzaron a hablar con otros chicos que también corrían, compartiendo risas y alentándose mutuamente. De repente, un grupo de corredores tropezó y un niño cayó al suelo. Lucas y Manuel se miraron, y sin pensarlo, decidieron ayudarlo.
"¡Levántate, amigo! ¡Podés hacerlo!"
"¡Sí! ¡No te rindas!"
Mientras ayudaban a ese niño, la multitud comenzó a aplaudir, y otros corredores también se unieron a ayudar. ¡El ambiente de solidaridad era contagioso! Todos se apoyaban entre sí, olvidando por un momento el objetivo de ganar.
Al final de la carrera, Lucas y Manuel cruzaron la meta juntos, sonrientes y llenos de energía. No ganaron el primer lugar, pero fueron los vencedores del premio a la 'Mejor Amistad' por su ayuda y solidaridad con los demás.
Mientras recibían su diploma, Manuel dijo:
"Nunca pensé que esto sería tan divertido. ¡Si no hubiéramos ayudado, nunca hubiéramos vivido esta experiencia!"
"Exactamente, Manuel. La verdadera victoria está en la amistad y en el apoyo que nos damos. Más allá de los trofeos, eso es lo que realmente importa."
Así, Lucas y Manuel aprendieron que la verdadera competencia no se trata solo de ganar, sino de disfrutar el camino, ayudar a otros y celebrar la amistad. Desde ese día, hicieron un trato: todos los años, antes de la carrera, siempre entrenarían y ayudarían a otros, porque el verdadero premio no se gana, se comparte. Su historia de solidaridad se convirtió en inspiración para muchos en Arcoiris, enseñando que juntos, siempre se puede llegar más lejos.
FIN.