La carrera de la diversidad



Había una vez en la selva un grupo de animales muy diversos. Entre ellos se encontraban León, el rey de la selva; Elefante, con su enorme trompa; Mono, ágil y travieso; y Tortuga, lenta pero sabia.

Un día, llegó a la selva un nuevo animal llamado Zorro. Era astuto y juguetón, pero también era muy arrogante. Desde el principio, Zorro comenzó a burlarse de los demás animales por sus diferencias.

Se reía de las rayas del tigre, de las manchas del leopardo e incluso del tamaño de Elefante. Todos los animales se sentían tristes y humillados por las constantes burlas de Zorro. No sabían cómo enfrentarlo sin caer en su trampa.

Pero Tortuga tuvo una idea brillante. Un día, durante una reunión en el claro del bosque, Tortuga propuso organizar una competencia para demostrar que cada uno tenía habilidades únicas y especiales. "-¡Escuchen todos! -exclamó Tortuga-.

Vamos a tener una carrera para ver quién es el más rápido". Los animales aceptaron emocionados el desafío propuesto por Tortuga. El día señalado llegó y todos los animales estaban listos para correr. La liebre fue la primera en tomar ventaja debido a su velocidad increíble.

Sin embargo, se confió demasiado y decidió hacer una pausa para descansar bajo un árbol antes de cruzar la línea de meta. En ese momento aprovechó Zorro para adelantarse rápidamente hasta quedar primero en la carrera.

Los demás animales siguieron corriendo, pero Zorro se burlaba de ellos mientras avanzaba. Sin embargo, cuando Zorro estaba a punto de cruzar la línea de meta, Tortuga apareció lentamente pero con paso firme. Todos los animales quedaron sorprendidos al verla acercarse.

"-¡Vamos Tortuga! ¡Tú puedes!" -gritaban los demás animales animados por su esfuerzo. Tortuga finalmente llegó a la línea de meta y ganó la carrera. Los animales estallaron en aplausos y celebraciones.

La lección estaba clara para todos: cada uno tenía habilidades especiales y únicas que debían ser valoradas. Zorro, avergonzado por haberse burlado de los demás, se disculpó sinceramente ante todos los animales.

A partir de ese día, prometió cambiar su actitud y respetar las diferencias de cada uno. Desde entonces, en la selva reinó un ambiente de cooperación y respeto entre todos los animales.

Aprendieron que el bullying no lleva a nada bueno y que lo importante es aceptar y valorar a los demás tal como son. Y así fue como una simple carrera ayudó a prevenir el bullying en la selva. Los animales aprendieron que no importa cuán diferentes sean, siempre pueden encontrar algo especial en sí mismos y en los demás.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!