La carrera de la selva



El bosque resonaba con el sonido de la vida salvaje, mientras el niño William corría alegremente por el denso follaje. Un mono travieso se unió a la carrera, saludando al niño con alegría.

- ¡Feliz cumpleaños William! - exclamó el mono, agitando sus brazos con entusiasmo. William rió con diversión y agradeció al mono por el saludo. Juntos, continuaron corriendo, atravesando enredaderas y esquivando ramas, en busca de la misteriosa cascada escondida en lo más profundo de la selva.

FIN.

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