La carrera de la solidaridad
Había una vez en un bosque encantado, una tortuga llamada Tita y su amiga la liebre, Lila.
Tita era muy lenta pero siempre tenía una sonrisa en su rostro, mientras que Lila era rápida y siempre estaba llena de energía. Un día, las dos amigas decidieron participar en una carrera para demostrar quién era más veloz. La noticia se corrió rápidamente por el bosque y todos los animales estaban emocionados por ver quién ganaría.
El día de la carrera llegó y todos los animales se reunieron en la línea de partida. El búho fue el árbitro y dio la señal de inicio con un fuerte "¡Piiii!".
Lila salió disparada como un rayo, dejando atrás a todos los demás competidores. Mientras tanto, Tita avanzaba lentamente pero con determinación. A mitad del camino, Lila se detuvo para descansar bajo un árbol fresco.
Estaba segura de que ya había ganado la carrera y no veía ninguna necesidad de apurarse. En cambio, Tita seguía moviéndose sin parar. Cuando Lila vio a Tita acercándose poco a poco, decidió continuar corriendo hacia la meta para asegurarse de ganar.
Pero lo que no sabía era que había pisado una rama resbaladiza y tropezó cayendo al suelo con un fuerte golpe. Tita se acercó rápidamente a ayudar a su amiga herida. Con paciencia y cuidado, logró curar las heridas leves de Lila mientras todos los demás animales observaban.
Finalmente, Lila se recuperó y ambos decidieron terminar la carrera juntas. Tomaron de las manos y cruzaron la línea de meta juntas mientras todos los animales del bosque aplaudían emocionados.
El búho, impresionado por el acto de solidaridad de Tita, decidió premiarla con una medalla especial por su valentía y compasión. Desde ese día en adelante, Tita y Lila se convirtieron en las mejores amigas del bosque.
Aprendieron que no importa cuán diferentes sean o qué tan rápido o lento seas, lo importante es estar ahí para ayudarse mutuamente cuando más se necesita. Y así, la historia de Tita y Lila se convirtió en una leyenda en el bosque encantado.
Todos los animales aprendieron la importancia de la solidaridad y cómo trabajar juntos puede lograr grandes cosas. A partir de entonces, cada vez que alguien necesitaba ayuda o apoyo, recordaban a Tita y Lila como ejemplo de amistad verdadera y solidaridad incondicional.
Y colorín colorado, este cuento corto sobre el valor de la solidaridad ha acabado.
FIN.