La Carrera de las Hermanas
Lara y Julieta eran dos hermanas que vivían en una pequeña casa junto a sus padres en un tranquilo barrio de la ciudad. Las dos eran muy distintas, pero se querían mucho y siempre estaban juntas.
Lara era la mayor y desde pequeña había destacado por su inteligencia y su habilidad para los deportes. Era muy competitiva y siempre estaba buscando nuevos retos que superar. Julieta, por otro lado, era más tranquila y creativa.
Le encantaba dibujar, leer cuentos y jugar con sus muñecas. Un día, mientras jugaban en el parque cerca de su casa, Lara le dijo a Julieta:- ¿Sabés qué? Voy a participar en una carrera de atletismo en el colegio.
Quiero ser la mejor corredora. Julieta la miró con admiración y le preguntó:- ¿Y yo puedo ir a verte? Lara sonrió y le dijo:- Claro que sí. Y si querés también podés venir a entrenar conmigo.
Desde ese momento, las dos hermanas comenzaron a entrenar juntas todas las tardes después del colegio. Lara les enseñaba técnicas de carrera a Julieta mientras ella hacía sus propios ejercicios de fuerza y resistencia.
Pero un día, durante uno de los entrenamientos, Lara se torció el tobillo al saltar un obstáculo. Fue llevada al hospital donde los médicos le dijeron que tendría que guardar reposo por lo menos durante un mes.
Lara estaba triste porque pensaba que no podría competir en la carrera del colegio como había planeado. Pero Julieta estaba decidida a ayudarla. - No te preocupes, hermana. Yo correré por las dos - le dijo con una sonrisa.
Lara no estaba segura de que Julieta pudiera lograrlo, pero aceptó su ayuda y comenzaron a entrenar juntas otra vez. Julieta se esforzaba al máximo en cada ejercicio y Lara la guiaba para mejorar su técnica.
Finalmente llegó el día de la carrera del colegio y Julieta estaba nerviosa pero emocionada. Cuando sonó el disparo de salida, salió corriendo a toda velocidad. A pesar de que había otros niños más rápidos que ella, no se rindió y siguió adelante.
Cuando llegó a la línea de meta, todos los padres y compañeros estaban sorprendidos porque habían visto a Julieta correr como nunca antes lo había hecho.
Y cuando anunciaron los resultados, todos quedaron boquiabiertos: ¡Julieta había ganado la carrera! Todos aplaudieron mientras Julieta abrazaba emocionada a su hermana mayor. - Lo logramos juntas - dijo con lágrimas en los ojos. Desde ese día, Lara aprendió una gran lección sobre humildad y trabajo en equipo. Y Julieta descubrió que podía superarse a sí misma si se lo proponía.
Juntas demostraron que nada es imposible si se tiene perseverancia y amor fraternal. Y así fue como Lara y Julieta se convirtieron en un ejemplo para todos sus amigos del colegio y vecinos del barrio.
FIN.