La Carrera de las Zapatillas



En un bonito bosque lleno de colores y sonidos, todos los animales estaban emocionados por la gran carrera de zapatillas que se iba a realizar. Era un evento muy esperado donde participaban todos, desde el pequeño ratón hasta el veloz conejo y la elegante cierva.

Entre toda la alegría, había una jirafa llamada Lila. Lila era la más alta y hermosa del bosque, con un hermoso pelaje amarillo y manchas marrones. Pero, a pesar de su belleza, Lila era muy presumida y siempre se pasaba el día mirando su reflejo en el agua.

Los demás animales, que se veían unidos y felices, intentaban invitarla a jugar.

"¡Lila! ¿Querés venir a correr con nosotros?" - le gritaron los patitos.

"Nah, ¿para qué? Si yo soy la más hermosa, no necesito jugar con ustedes" - respondió Lila con una sonrisa altanera.

Aquel día, los animales se preparaban para la carrera, tensando cuerda y afilando garras, mientras que Lila observaba desde un árbol, sintiéndose superior. Pero la carrera comenzó y todos se lanzaron con emoción.

"¡Vamos! ¡A correr!" - gritó el conejo, saltando de alegría.

Sin embargo, en medio de la carrera, el pequeño ratón, que había estado entrenando mucho, tropezó accidentalmente con una piedra y cayó. Todos los animales se frenaron.

"¡Ayúdalo!" - exclamó la cierva.

Pero Lila no se movió.

"¿Ayudar a un ratón? ¡Eso es para los débiles!" - dijo, desde su altura, mientras se acomodaba la coleta.

Los animales, en cambio, formaron un círculo alrededor del ratón, y con cooperación, lo ayudaron a levantarse.

"Gracias, amigos" - dijo el ratón, aún tambaleándose.

Lila observaba con desdén. Ella había pensado que la carrera era solo una muestra de quién era el mejor, pero se dio cuenta de que los demás cuerpos se unían por la amistad y el trabajo en equipo.

En un giro inesperado, Lila se dio cuenta de que, incluso siendo la más alta y hermosa, estaba sola. Decidió intentar ser parte de la carrera, y se unió, pero lo hizo de una manera diferente. Empezó a ayudar a los demás, a darles ánimo.

"¡Vamos, pequeños! Ustedes pueden!" - gritó, sorprendiendo a todos.

Con cada grito de aliento, ellos se llenaban de energía, hasta que, en un momento, todos juntos comenzaron a correr. Y justo cuando iban a llegar a la meta, se encontró corriendo codo a codo con el ratón.

"¡Esto es divertido!" - se sorprendió Lila.

"Sí, Lila, porque ahora somos un equipo. ¡Vamos a ganar juntos!" - le contestó el ratón.

Finalmente, cruzaron la meta, pero no como un solo ganador, sino como un grupo. Todos estaban felices, incluso Lila.

"No lo puedo creer, ¡ha sido la mejor carrera!" - exclamó, sintiendo la felicidad de hacer nuevos amigos.

Desde aquel día, Lila aprendió que la verdadera belleza estaba en compartir y ayudar a los demás, y no solo en ser admirada por su apariencia.

Y así, la jirafa más alta y hermosa decidió participar de cada carrera, no para demostrar su grandeza, sino para celebrar la amistad y el trabajo en equipo. Porque, al final, el verdadero premio es la amistad.

Y por siempre será recordada como la jirafa más querida del bosque.

FIN.

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