La Carrera de los Animales del Bosque
Era un hermoso día soleado en el Bosque de los Colores, donde todos los animales estaban emocionados porque se acercaba la Gran Carrera Anual. El primero en llegar al claro fue el Conejo, que saltaba de felicidad.
- ¡Hola a todos! ¡Soy el primero en llegar! - gritó el Conejo.
Poco después, llegó la Tortuga, muy tranquila y despacito.
- ¡Hola Conejo! - dijo la Tortuga - Yo estoy en segundo lugar, te alcanzaré pronto.
- ¡Eso dudo mucho! - respondió el Conejo con una risita. - ¡Tú vas tan lento! Pero bueno, tú vas en segundo. Yo soy el primero.
Justo entonces, el Zorro llegó corriendo.
- ¡Miren quién llegó! ¡Soy el tercero! - exclamó el Zorro, mientras miraba en su entorno.
La Musaraña no se quedó atrás y llegó un poco después.
- ¡Soy la cuarta! - dijo emocionada.
El Sapo, que siempre estaba saltando de alegría, llegó en quinto lugar, seguido por el Gato, que parecía no tener prisa, en sexto.
- ¡Vamos, Gato! ¡Vamos! - lo animó el Sapo. - Tienes que apurarte para llegar a tiempo.
- ¡No tengo prisa! - respondió el Gato. - Prefiero disfrutar del paisaje. Además, estoy en el sexto lugar, no está mal.
Entonces, apareció el Perro, que venía corriendo a toda velocidad. - ¡Soy séptimo! - ladró.
De pronto, todos se quedaron callados. La Lechuza llegó volando, planeando suavemente.
- Los que no corren, los que vuelan llegan primero - dijo, y aterrizó en el árbol. - Soy la octava, pero soy la más sabia.
Todos la miraron, sorprendidos, luego se dio cuenta que había olvidado el orden que estaban siguiendo al mencionar su número.
- La carrera es divertida, pero ¡aquí estamos para participar! - dijo con gracia la Lechuza.
Y, al siguiente momento, la Serpiente se arrastró lentamente, pero con fuerza.
- ¡Soy la novena! - dijo con seguridad. - Aunque llegué tarde, disfruto el camino.
Por último, el Cangrejo llegó de lado, clip-clop, clip-clop, y sonrió.
- ¡Soy el décimo! - se presentó con alegría,
Todos los animales estaban emocionados y gritaron juntos: - ¡Todos hemos llegado! - El Conejo, como siempre, estaba ansioso por empezar la carrera, pero no se había dado cuenta de que todos los animales estaban alineados, y que la competición sería mucho más divertida por eso.
- ¿Están listos para correr? - preguntó el Conejo.
Y todos respondieron al unísono: - ¡Sí! - En ese momento, el Gato estiró sus patas, la Tortuga sonrió, el Zorro se preparó, y el Perro movió la cola. Eran un grupo diverso de animales, cada uno con su estilo.
La Lechuza dio la señal y, ¡zass! , todos comenzaron a correr, saltar y deslizarse por el camino.
- ¡Vamos a divertirnos! - gritó el Conejo, olvidando que era el primero.
A medida que corrían, preguntaban entre todos quién iba primero, segundo, tercero, hasta el décimo lugar.
- ¡Eso importa! ¡Vamos! - exclamó la Musaraña, mientras continuaban su carrera hacia la línea de meta.
Al final, entendieron que no solo eran los números lo que importaban, sino la alegría de correr juntos y disfrutar de cada momento.
Desde entonces, entendieron que el orden era importante pero la diversión de participar juntos, era mucho más especial. Y así, cada año, en la Gran Carrera Anual, todos siguieron recordando quién era el primero, el segundo, el tercero, el cuarto y hasta el décimo. Y lo más importante, se mantenían siempre unidos, disfrutando de cada carrera, reconociendo cada lugar que ocupaban con alegría.
FIN.