La carrera de obstáculos de los amigos unidos



Había una vez en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, un grupo de amigos llamados Juan, Sofía, Martín y Lucía. Ellos eran inseparables y siempre estaban buscando nuevas aventuras para vivir juntos.

Un día, mientras paseaban por el parque del pueblo, se encontraron con un cartel que anunciaba la realización de una carrera de obstáculos. La competencia consistía en superar diferentes pruebas físicas y mentales en equipo.

Los cuatro amigos se emocionaron al instante y decidieron inscribirse. Sabían que no sería fácil pero estaban dispuestos a trabajar juntos para lograrlo.

Durante las semanas previas a la carrera, se prepararon intensamente: practicaron carreras cortas para mejorar su velocidad, levantamiento de pesas para aumentar su fuerza muscular y ejercicios respiratorios para controlar su respiración durante las pruebas más difíciles. Finalmente llegó el gran día de la carrera.

Los amigos se encontraron con otros equipos formados por desconocidos pero ellos confiaban en su amistad y sabían que juntos podían lograr lo que fuera necesario. La primera prueba era superar un muro alto sin ayuda externa. Juan dijo:- ¡Vamos chicos! Yo les doy impulso desde abajo así pueden trepar mejor.

Sofía respondió:- Perfecto Juan, yo me subo arriba del muro y les ayudo a pasar por encima. Gracias a esta estrategia cooperativa entre los amigos, pudieron superar exitosamente la primera prueba. Pero aún quedaban muchas más por delante.

La segunda prueba requería equilibrio sobre troncos movibles colocados sobre agua corriente. Lucía sugirió:- Si nos tomamos de las manos y avanzamos juntos, tendremos más estabilidad y podremos avanzar sin caernos. Martín agregó:- Y yo me ofrezco a ir al frente para guiar el camino.

De esta manera, los amigos lograron superar la segunda prueba con éxito gracias a su cooperación y trabajo en equipo. La carrera continuó con pruebas cada vez más difíciles pero ellos nunca perdieron la confianza en su amistad y habilidades.

En una de las últimas pruebas, debían atravesar un campo lleno de barro mientras llevaban una pelota gigante entre sus piernas.

Juan exclamó:- ¡Vamos chicos! Yo tengo experiencia jugando al fútbol, así que les enseñaré cómo llevar la pelota mejor mientras corremos. Los demás asintieron entusiasmados y siguieron sus consejos. Juntos lograron llegar a la meta final, cansados pero felices por haber superado todos los obstáculos en equipo.

Al finalizar la competencia, se dieron cuenta de que habían aprendido mucho sobre cooperación, diversión, juego y corporeidad. Además habían fortalecido aún más su amistad. Se abrazaron congratulándose mutuamente por el gran esfuerzo realizado durante todo el día.

Desde ese día en adelante prometieron seguir explorando nuevas aventuras juntos como siempre lo habían hecho: con diversión, cooperación, juego y corporeidad.

Y así fue como los cuatro amigos demostraron que cuando se trabaja juntos cualquier obstáculo puede ser superado con éxito si se combina esfuerzo individual con trabajo en equipo.

FIN.

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