La Carrera del Corazón
Narrador: En un día soleado en Maracena, el aire fresco traía consigo la alegría de una nueva aventura. Carmen, Julia y Celia, tres amigas inseparables del Colegio Sagrado Corazón, estaban emocionadas porque ese día se llevaría a cabo una carrera solidaria para ayudar a niños en necesidad.
Carmen: "¡Chicas! ¿Están listas para correr y ayudar? No solo nos divertiremos, sino que también podremos hacer sonreír a otros!"
Julia: "¡Sí! Cada uno de nosotros va a poner 1€, así que si nos esforzamos, podrán ayudar a muchos niños. ¿Quién sabe cuántas sonrisas podemos generar?"
Celia: "¡Me encanta! Además, si llegamos entre las tres primeros, podríamos ganar un premio. Eso sería genial!"
Narrador: Las tres niñas se fueron a la escuela con gran entusiasmo. Al llegar, se encontraron con sus compañeros quienes también estaban emocionados por la carrera.
Profesor: "Chicos, recuerden que esta carrera no es solo una competencia. El dinero recaudado será destinado a ayudar a los niños que más lo necesitan. ¡Así que den lo mejor de ustedes!"
Narrador: Al sonar la campana, los niños se alinearon en la pista. Las muñecas de las chicas fueron atadas a sus muñecos de la suerte, les daban fuerzas. Y cuando el profesor gritó "¡Ya!", las tres comenzaron a correr a toda velocidad.
Carmen: "¡Vamos, chicas! No debemos detenernos hasta llegar a la meta."
Julia: "¡Mirá Celia! Está Carlos delante de nosotras. ¡Debemos alcanzarlo!"
Celia: "¡Dale! ¿Lo hacemos juntas? ¡Es un buen desafío!"
Narrador: Las tres amigas se esforzaron mientras pasaban por el primer kilómetro. De repente, mientras corrían, notaron que algunos compañeros tropezaban y caían. En lugar de seguir corriendo, las chicas se detuvieron.
Carmen: "Oigan, ¿estás bien? No te preocupes, aquí estamos para ayudarte."
Carlos: "¡Ay, no! Me caí y perdí todas mis fuerzas."
Julia: "Vamos, tenés que levantarte. Todos podemos lograr esto si trabajamos juntos. ¡Celia, ven!"
Celia: "¡Sí! Te daremos apoyo. Vamos a seguir todos juntos. ¡Podemos hacerlo!"
Narrador: Contagiados por el espíritu solidario de Carmen, Julia y Celia, otros compañeros se unieron para ayudar a los que habían caído. Lo que empezó como una carrera individual se transformó en un verdadero trabajo en equipo.
Narrador: Al llegar a la segunda vuelta, las tres amigas sintieron que el cansancio comenzaba a hacer efecto, pero aún así, no se rendían.
Celia: "Chicas, lo importante no es ganar. ¡Es ayudar!"
Julia: "Exacto. Aunque lleguemos últimas, lo que importa es que contribuimos a que otros tengan una oportunidad."
Carmen: "Cuando lleguemos a la meta, vamos a sentir que hemos hecho algo valioso."
Narrador: Al llegar a la meta, aunque no fueron las tres en primer lugar, fueron las que más aplausos recibieron. La gente estaba orgullosa de su dedicación.
Profesor: "¡Bien hecho, chicas! Ustedes nos han enseñado que la verdadera victoria está en ayudar a los demás. ¡Gracias por su gran corazón!"
Narrador: Al final del día, se contó el dinero recaudado. Aunque eran solo 3€, cada euro representaba una esperanza y un paso para dar felicidad a esos niños.
Celia: "¡Ahora podemos ayudar! Estoy tan feliz, chicas. Aunque no ganamos, hicimos algo increíble juntos."
Julia: "Y eso es lo que cuenta. Ahora tenemos que organizar otra vez una carrera así. ¿Qué opinan?"
Carmen: "¡Claro! Esta vez será aún más grande. ¡Vamos a seguir haciendo sonreír a los demás!"
Narrador: Y así, un simple día de carrera se transformó en un acto de amor y solidaridad que permanecería en sus corazones para siempre. Las tres amigas se dieron cuenta de que la verdadera fuerza reside en el trabajo en equipo y en el deseo de ayudar.
Narrador: La carrera solidaria no solo ayudó a los niños necesitados, sino que también unió a chicos y chicas en una emocionante aventura de cooperación, fomentando la amistad y la solidaridad en toda la comunidad.
FIN.