La carrera hacia la diversión


Un frío y oscuro martes por la mañana, el despertador de Dafne sonó temprano para que pudiera ir al jardín. Pero ella se sentía tan cómoda bajo las mantas que no quería levantarse.

"¡Dafne, cariño! ¡Es hora de levantarse!", llamó su mamá Gabi desde la puerta del cuarto. Pero Dafne solo se dio vuelta en la cama y cubrió su cabeza con las sábanas. "No quiero ir al jardín hoy", dijo Dafne con voz somnolienta.

"Pero tienes que ir, mi amor. Tienes muchas cosas divertidas planeadas para hoy en el jardín", respondió Gabi intentando convencerla. Pero Dafne seguía negándose a salir de la cama.

Fue entonces cuando sus tías Emi y Vale llegaron a casa para ayudar a llevarla al jardín. "Dale, sobrina hermosa, tenemos un día lleno de aventuras esperándonos en el jardín", dijo Emi tratando de animarla. Pero aún así, Dafne no quería moverse.

Sus tías empezaron a preocuparse porque ya estaban llegando tarde al trabajo y no sabían cómo hacer para llevarla al jardín sin llegar tarde a sus respectivos trabajos. Entonces Vale tuvo una idea brillante: "¿Qué tal si hacemos una carrera hasta el auto? El primero en llegar gana".

Dafne abrió los ojos sorprendida ante la propuesta de su tía Vale. Nunca antes había hecho algo así por las mañanas. Sin pensarlo demasiado aceptó el desafío y salió corriendo de la cama hacia el auto.

La carrera fue muy divertida y emocionante. Dafne se rió tanto que olvidó completamente su resistencia a ir al jardín. Finalmente, llegaron al auto y las tías llevaron a Dafne al jardín.

"¿Viste? No fue tan malo levantarse temprano hoy", dijo Gabi sonriendo mientras despedía a Dafne. Dafne estaba feliz, había tenido una aventura por la mañana que no esperaba y además se dio cuenta de lo importante que es salir de la cama para poder disfrutar del día.

Desde ese día en adelante, nunca más volvió a resistirse a levantarse temprano para ir al jardín o cualquier otro lugar que le esperara con nuevas aventuras por descubrir.

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