La carrera imparable



Había una vez en un bosque encantado, una liebre muy veloz llamada Lila y una tortuga muy tranquila llamada Tito. Ambos eran amigos a pesar de ser tan diferentes.

Un día, decidieron participar en una carrera para ver quién era más rápido. "¡Vamos a correr juntos hasta el árbol del final del bosque!", propuso Lila emocionada. "Pero Lila, tú eres tan rápida y yo soy tan lento... ", dudó Tito.

"No importa, lo importante es participar y divertirnos juntos", respondió Lila con alegría. La carrera comenzó y la liebre Lila salió disparada como un rayo, dejando atrás a Tito que avanzaba lentamente pero con constancia.

A mitad del camino, Lila decidió descansar bajo la sombra de un árbol mientras esperaba a que Tito llegara. "¿Por qué te detuviste, Lila? ¡Estamos en medio de la carrera!", exclamó Tito sorprendido.

"Solo quería descansar un momento y disfrutar del paisaje", respondió tranquilamente Lila. Tito siguió su camino sin detenerse, paso a paso, sin rendirse ni desanimarse por estar detrás en la carrera.

Mientras tanto, la liebre Lila se levantó apresuradamente al escuchar los pasos lentos pero constantes de Tito acercándose cada vez más. Finalmente, cuando ambos estaban cerca del árbol del final del bosque, algo inesperado sucedió: una fuerte tormenta se desató repentinamente y las gotas de lluvia caían con fuerza sobre ellos.

La liebre asustada buscaba refugio bajo un arbusto mientras que la tortuga seguía avanzando sin detenerse. "¡Tito! ¡Es peligroso seguir corriendo bajo la lluvia!", gritó preocupada Lila.

"No te preocupes amiga, no me detendré ahora que estamos tan cerca de la meta", respondió valientemente Tito. Con determinación y coraje, Tito llegó al árbol del final del bosque justo antes de que cesara la lluvia. Allí lo esperaba ansiosa su amiga Lila quien lo recibió con alegría y admiración.

"¡Felicidades amigo! Eres el ganador de esta carrera", dijo emocionada Lila abrazando a Tito. "Gracias amiga. Aunque seas más rápida que yo, aprendí que la constancia y la perseverancia son cualidades igualmente importantes", expresó orgulloso Tito.

Desde aquel día, Lila y Tito entendieron que cada uno tenía habilidades únicas pero complementarias; mientras uno era rápido e impulsivo, el otro era pausado y constante.

Juntos aprendieron que trabajar en equipo los hacía invencibles ante cualquier desafío que se les presentara en el futuro. Y así siguieron viviendo aventuras juntos en el bosque encantado donde demostraron que la verdadera victoria está en saber valorar las diferencias y fortalezas de cada uno.

FIN.

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