La carrera justa del bosque



Había una vez un grupo de amigos muy especial en el bosque. Dos liebres femeninas, Lila y Luna, y dos liebres masculinas, Max y Leo, siempre se divertían juntos corriendo por el bosque.

Pero un día encontraron a una tortuga que estaba perdida y sola. "Hola amiguita ¿estás bien?" preguntó Lila preocupada. "Sí... estoy bien" respondió la tortuga con voz triste.

Los amigos se dieron cuenta de que la tortuga quería jugar con ellos pero no podía correr tan rápido como las liebres. Entonces decidieron hacer algo especial para ella. "¿Qué tal si hacemos una carrera donde todos tengamos las mismas oportunidades?" sugirió Luna.

Así fue como organizaron una carrera en la que cada uno tenía su propia ventaja: las liebres corrían sin saltar demasiado alto para no perder velocidad, mientras que la tortuga aprovechaba su caparazón para resguardarse del sol y avanzar lentamente pero constante.

La carrera comenzó y todos los amigos estaban emocionados. Las liebres iban adelante pero pronto se dieron cuenta de que la tortuga seguía avanzando poco a poco sin detenerse. "¡Miren a la tortuguita!" dijo Max sorprendido. "¡Está llegando al final!" exclamó Leo emocionado.

Y así fue como la tortuga ganó la carrera gracias a su perseverancia y determinación.

Los amigos aprendieron una valiosa lección: no importa cuán diferentes somos o cuántas ventajas tengamos, lo importante es nunca rendirse ante los obstáculos y seguir adelante con fuerza y determinación. Desde entonces, los amigos siempre jugaron juntos y la tortuga se convirtió en una parte especial de su grupo.

Y aunque las liebres seguían siendo más rápidas, nunca volvieron a subestimar el poder de la perseverancia y la determinación.

FIN.

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