La casa bajo la lluvia

uvo que suspenderse la diversión. Kitty, Blacky y Fishy buscaron refugio bajo un árbol mientras la lluvia caía con fuerza. - ¡Qué mal tiempo! - exclamó Kitty con tristeza.

- Sí, no podemos seguir con nuestro picnic - dijo Blacky con preocupación. - ¡Pero no podemos dejar que esta lluvia arruine nuestro día! - exclamó Fishy con determinación. Los tres amigos pensaron en cómo podrían seguir divirtiéndose a pesar de la lluvia.

Fue entonces cuando Blacky tuvo una brillante idea:- ¡Podríamos construir un refugio para protegernos de la lluvia y seguir disfrutando juntos! Kitty, Blacky y Fishy se pusieron manos a la obra.

Con ingenio y trabajo en equipo, lograron construir un pequeño refugio improvisado con ramas y hojas. Una vez dentro, continuaron su picnic como si nada hubiera pasado. Mientras compartían comida y contaban historias divertidas, la lluvia seguía cayendo afuera.

Pero dentro de su acogedor refugio, los amigos se sentían seguros y felices de estar juntos. De repente, escucharon un ruido proveniente del otro lado del bosque. Era un conejito que estaba atrapado en medio de la tormenta. Sin dudarlo, los amigos salieron corriendo de su refugio para ayudar al conejito.

Con valentía y solidaridad, lograron rescatar al conejito y llevarlo a salvo dentro de su refugio improvisado. El conejito les agradeció emocionado y se unió al picnic junto a Kitty, Blacky y Fishy.

La lluvia finalmente cesó, dejando paso a un hermoso arcoíris en el cielo. Los cuatro amigos celebraron su nueva amistad brindando por momentos inolvidables juntos.

Desde ese día, Kitty, Blacky, Fishy y el conejito se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras, demostrando que con creatividad, trabajo en equipo y solidaridad se pueden superar cualquier obstáculo que se presente en el camino. Y así vivieron felices por siempre jamás.