La Casa de Amigos

Había una vez un niño llamado Martín que no tenía un hogar. Vivía en la calle con su perro Lucas, buscando refugio en cualquier lugar que pudiera encontrar.

Un día, Martín se encontró con un terreno vacío y decidió que era el lugar perfecto para construir su propia casa. Martín, con la ayuda de sus amigos, comenzó a construir su nueva casa con materiales reciclados que encontraron por la ciudad.

Cada amigo aportaba algo: Clara trajo madera, Juan trajo clavos, y Sofía trajo pintura. Juntos, trabajaron arduamente, enfrentando desafíos y encontrando soluciones creativas para construir la casa.

A medida que la casa tomaba forma, Martín y sus amigos aprendieron sobre la importancia del trabajo en equipo, la solidaridad y el valor de la amistad. Finalmente, la casa estuvo lista, y Martín y Lucas se mudaron a su nuevo hogar. Los amigos de Martín habían transformado el terreno vacío en un lugar lleno de esperanza y felicidad.

Martín les agradeció a todos por su increíble ayuda, y juntos celebraron con una gran fiesta en la nueva casa.

Martín se dio cuenta de que un hogar no solo era un lugar físico, sino también un lugar donde se sentía amado y apoyado por sus amigos.