La casa de dragones



Había una vez en un lejano reino, un grupo de valientes exploradores formado por tres amigos llamados Sofía, Mateo y Martina. Un día, mientras paseaban por el bosque, descubrieron una casa misteriosa escondida entre los árboles. La casa estaba hecha completamente de cristales de colores brillantes que reflejaban la luz del sol de una manera mágica.

Al acercarse, sintieron un ligero temblor en la tierra y, de repente, la casa se elevó en el aire y comenzó a volar. Los tres amigos se aferraron unos a otros mientras la casa los llevaba a través de nubes esponjosas y montañas nevadas. Pronto, aterrizaron en una pradera verde, donde la casa se posó suavemente sobre el suelo.

Al salir de la casa, se encontraron con un pequeño dragón morado que se presentó como Draco. Draco les explicó que la casa era su hogar y que estaba encantada para ayudar a quienes necesitaran aventuras emocionantes y lecciones importantes. Sorprendidos pero emocionados, los amigos aceptaron la oferta de Draco y se convirtieron en los guardianes temporales de la casa de dragones.

Cada día, la casa de dragones los llevaba a diferentes lugares del reino, donde enfrentaban desafíos emocionantes y resolvían enigmas intrigantes. Aprendieron sobre el valor de la amistad, la importancia de la solidaridad y la necesidad de cuidar el medio ambiente. Además, descubrieron que la magia verdadera estaba en sus corazones y que podían superar cualquier obstáculo si trabajaban juntos.

Después de muchas aventuras, llegó el día en que la casa de dragones despidió a los amigos con cariño, sabiendo que habían crecido y aprendido mucho. Aunque la casa desapareció en el cielo, el recuerdo de su tiempo juntos y las lecciones aprendidas permanecieron en los corazones de Sofía, Mateo y Martina para siempre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!