La casa de los colores y el bosque de los sabores



En la Casa de los Colores vivían cinco gnomos muy especiales: Rojo, Amarillo, Verde, Azul y Morado.

Ellos tenían la misión de cuidar y proteger el Bosque de los Sabores, donde crecían árboles de caramelos, arbustos de chocolates y flores de menta. Un día, los gnomos decidieron llevar alegría a todos los habitantes del bosque repartiendo dulces. "¡Hoy vamos a regalar todos nuestros dulces a los amigos del bosque!" anunció Rojo emocionado.

"¡Sí, y así todos podrán disfrutar de la maravillosa dulzura del bosque de los sabores!" agregó Morado. Los gnomos llenaron bolsas con caramelos, chocolates y chupetines, y salieron en busca de los habitantes del bosque.

En su recorrido, se encontraron con el Conejo de Malvaviscos, el Oso de Gominolas y la Ardilla de Chocolate, quienes se unieron a la divertida tarea de repartir los dulces. Al llegar al claro central del bosque, se toparon con un problema: la Fuente de Caramelo se había secado.

"¡Oh no, la fuente se ha quedado sin caramelo!" exclamó Verde preocupado. Los gnomos y sus nuevos amigos se pusieron manos a la obra. Con ingenio y trabajo en equipo, lograron reparar la fuente y restablecer el flujo de caramelo.

Los dulces volvieron a brotar y el bosque se llenó de alegría.

Al ver la magia que habían provocado, los gnomos comprendieron que la verdadera dulzura no solo estaba en los caramelos, sino también en ayudar a los demás y en el trabajo en equipo. Desde ese día, la Casa de los Colores y el Bosque de los Sabores se convirtieron en un lugar aún más especial, donde la solidaridad y la amistad se combinaban con la deliciosa magia de los dulces.

FIN.

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