La Casa de Terror de Mamá Chancla



Había una vez en el tranquilo barrio de Villa Cachetes, un grupo de amigos muy curiosos y valientes: Juancito, Martina, Pedrito y Emilita. Un día, mientras paseaban por la calle, vieron un letrero que decía 'Casa de Terror: ¡Atrévete a entrar si te animas!'. Los amigos se miraron con entusiasmo y decidieron que sería emocionante vivir esa experiencia juntos.

Al entrar, se encontraron con pasillos oscuros, figuras espeluznantes y sonidos escalofriantes. Los chicos avanzaban con cuidado, pero de repente, en una habitación, vieron algo inesperado: ¡sus mamás con la chancla en la mano, dispuestas a darles una buena lección!

- ¡Ay, mamá! ¿Qué están haciendo acá? - exclamó Pedrito con sorpresa.

- Chicos, les dijimos que no vinieran a lugares peligrosos como este. Es muy peligroso y queremos que estén a salvo - respondió la mamá de Emilita con tono preocupado.

Los chicos se sintieron avergonzados por desobedecer a sus mamás y comprendieron que querían protegerlos. Entonces, las mamás les explicaron que habían organizado esta pequeña puesta en escena para enseñarles una lección sobre la importancia de la obediencia y la seguridad.

- Sabemos que son valientes, pero también es crucial escuchar a los adultos y cuidarse mutuamente. Queremos lo mejor para ustedes - expresó la mamá de Juancito con dulzura.

Los chicos asintieron con comprensión y prometieron ser más responsables. Desde ese día, aprendieron a apreciar el amor y la preocupación de sus mamás, y a pensar dos veces antes de aventurarse en situaciones peligrosas. A partir de entonces, mantuvieron una comunicación abierta con sus padres y se divirtieron explorando el mundo de forma segura y responsable.

Y así, gracias a la sabia lección de sus mamás en la Casa de Terror, los amigos descubrieron que el verdadero valor está en escuchar a quienes más nos quieren, y juntos disfrutaron de muchas más aventuras memorables.

FIN.

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