La casa del Conejo
Había una vez una pequeña aldea en la que vivían muchos animales. Todos ellos se llevaban muy bien y disfrutaban de su vida juntos en armonía.
Un día, uno de los animales llamado Conejo decidió que quería construirse su propia casa. Así que reunió todo lo que necesitaba para construirla: madera, clavos y un martillo. Conejo trabajó duro durante días para construir su casa perfecta.
Finalmente, cuando terminó, estaba muy orgulloso de sí mismo porque había logrado hacerlo por sí solo. Pero después de unas semanas, la casa comenzó a descolorirse debido al sol y la lluvia. "¡Oh no! Mi casa está perdiendo color", dijo Conejo tristemente.
Entonces, decidió pintarla con un hermoso tono verde brillante para que volviera a lucir como nueva. Y así lo hizo. Un día mientras disfrutaba de un buen mate afuera de su casa recién pintada, notó algo extraño en el sello de la puerta principal.
"¿Qué es esto?", se preguntó Conejo mientras examinaba el sello más detenidamente. "¡Está roto!"Se dio cuenta entonces que había dejado sin reparar ese pequeño detalle cuando estaba construyendo su hogar hace ya tiempo atrás.
"Debo arreglar esto inmediatamente", pensó Conejo preocupado. Así que fue a buscar ayuda de sus amigos los pájaros carpinteros quienes eran expertos en reparaciones y juntos arreglaron el sello roto para asegurarse de mantener la seguridad dentro del hogar del conejito.
Conejo aprendió una gran lección: no importa cuánto esfuerzo pongas en construir algo, siempre habrá pequeños detalles que debes cuidar para mantenerlo en buenas condiciones. Y si necesitas ayuda, pide a tus amigos.
Desde entonces, Conejo vivió feliz y tranquilo en su hermosa casa bien cuidada y sabía que cualquier problema que surgiera, sus amigos siempre estarían allí para ayudarlo.
FIN.