La casa encantada



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una misteriosa casa que todos decían estaba encantada. La casa estaba rodeada de misterios y leyendas, y nadie se atrevía a acercarse a ella. Un día, un valiente niño llamado Mateo escuchó sobre la casa encantada y decidió investigar.

Mateo se acercó a la casa con valentía y descubrió que en realidad no estaba encantada, sino abandonada. Decidió explorarla y encontró que estaba llena de polvo y telarañas. Mientras inspeccionaba la casa, encontró un viejo libro con dibujos y anotaciones sobre la historia de la casa.

-'¡Vaya, este libro parece contar la verdad sobre la casa encantada!', exclamó Mateo emocionado. Decidió llevar el libro a la biblioteca del pueblo para investigar más sobre la historia de la casa. Allí se encontró con la bibliotecaria, Doña Marta, quien era muy sabia y amable.

-'¡Hola, Mateo! ¿Qué te trae por aquí hoy?', preguntó Doña Marta.

-'Encontré este libro en la casa encantada, y quiero saber más sobre su historia', respondió Mateo. Doña Marta examinó el libro y comenzó a contarle la verdadera historia de la casa.

Resulta que la casa solía pertenecer a una familia de artistas muy famosa en el pueblo. Sin embargo, un malentendido los llevó a abandonar la casa, provocando que la gente la considerara como encantada. Mateo se sintió entusiasmado por la historia y decidió devolverle la vida a la casa. Convocó a otros niños del pueblo y juntos limpiaron, repararon y decoraron la casa. Después de varios días de arduo trabajo, la casa lucía hermosa y acogedora una vez más. La noticia se extendió por el pueblo y el alcalde decidió organizar una exposición de arte en la casa restaurada. La familia de artistas, al enterarse, decidió regresar y participar en la exposición. El evento fue un gran éxito y la casa encantada se convirtió en un lugar de alegría y arte para todos en el pueblo.

Desde ese día, la casa encantada ya no fue un lugar de misterio, sino un símbolo de amor, amistad y superación. Y Mateo se convirtió en un héroe en el pueblo, demostrando que con valentía y determinación se pueden cambiar las cosas.

FIN.

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