La casa encantada de Yolanda y Katty


Había una vez dos hermanitas, Yolanda y Katty, que decidieron adentrarse en el bosque en busca de aventuras. Mientras exploraban entre los árboles, descubrieron una casa mágica escondida entre la espesura.

Al acercarse a la casa, vieron que brillaba con colores vibrantes y emanaba una luz cálida y acogedora. Sin pensarlo dos veces, las hermanitas entraron emocionadas a la casa para descubrir qué secretos guardaba.

Dentro de la casa mágica se encontraron con un hada amable que las recibió con una sonrisa. "¡Bienvenidas, pequeñas! Soy Luna, la guardiana de esta casa mágica. ¿Están listas para vivir increíbles aventuras?"- dijo el hada con entusiasmo.

Yolanda y Katty asintieron emocionadas y comenzaron a explorar cada rincón de la casa junto a Luna. Descubrieron habitaciones llenas de tesoros encantados, jardines con flores que cantaban al atardecer y hasta un estanque donde nadaban peces parlanchines. "¡Esto es maravilloso!"- exclamó Yolanda maravillada mientras alimentaba a los peces curiosos.

"Nunca imaginé que encontraríamos algo así en medio del bosque"- dijo Katty sin poder contener su emoción. Pero no todo sería diversión en la casa mágica.

Una noche, mientras dormían plácidamente, un malvado duende decidió jugarles una travesura a las hermanitas. Cuando despertaron por la mañana, descubrieron que todas sus cosas habían desaparecido. "¡Oh no! ¿Qué haremos ahora?"- lamentó Yolanda preocupada por la situación.

Pero Luna les recordó que lo más importante era estar juntas y apoyarse mutuamente en los momentos difíciles. Con valentía y trabajo en equipo, Yolanda y Katty se propusieron recuperar sus pertenencias enfrentando los desafíos que el duende les había preparado.

A través de ingenio, astucia y mucha determinación lograron superar cada obstáculo hasta llegar al escondite del travieso duende. "¿Por qué nos hiciste esto?"- preguntó Katty con voz temblorosa al duende arrepentido. El duende explicó que solo quería divertirse pero no midió las consecuencias de sus actos.

Las hermanitas decidieron perdonar al duende bajo una condición: ayudarlas a devolver todas las cosas a su lugar original. Juntos trabajaron durante días reconstruyendo el orden en la casa mágica hasta que finalmente todo volvió a estar como antes.

"Gracias por enseñarnos tanto durante esta aventura"- expresó Yolanda abrazando al duende arrepentido. "Nunca olvidaremos todo lo vivido aquí"- agregó Katty sonriendo con gratitud hacia Luna.

Con el corazón lleno de aprendizajes y recuerdos inolvidables, Yolanda y Katty se despidieron de sus nuevos amigos sabiendo que siempre llevarían consigo el valor de la amistad verdadera y el poder del trabajo en equipo para superar cualquier desafío que se presentara en sus vidas.

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