La casa maldita de la colina



Era una noche oscura y tormentosa, cuando un grupo de amigos decidió desafiar sus miedos y explorar la casa maldita de la colina. - ¿Están seguros de que quieren hacer esto? - preguntó Martín con temor.

- ¡Claro que sí! Será una aventura emocionante - respondió Sofía con entusiasmo. A medida que se adentraban en la casa, los pasillos crujían y las sombras jugaban trucos en sus mentes. - ¿Sienten ese frío? - susurró Juan con un escalofrío.

De repente, una puerta se cerró detrás de ellos con un estruendoso golpe. - ¡Estamos atrapados! - gritó Carolina, con pánico en su voz. Mientras buscaban desesperadamente una salida, escucharon pasos ominosos acercándose. - ¡Corran! - exclamó Martín, pero era demasiado tarde.

Una figura fantasmal se materializó frente a ellos, con ojos vacíos y un aura de malevolencia. Lograron escapar de la casa maldita, con corazones acelerados y un pacto de nunca revelar lo que vieron.

Desde esa noche, la colina permaneció desierta, guardando su oscuro secreto.

FIN.

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