La casita redonda y la casita cuadrada

Había una vez en un pintoresco pueblo, dos casitas muy especiales: una era redonda y la otra cuadrada. La casita redonda pertenecía a la familia Círculo, mientras que la casita cuadrada era el hogar de la familia Cuadrado. A pesar de ser muy diferentes en forma, ambas casitas estaban ubicadas una al lado de la otra, creando así un paisaje visualmente llamativo. La casita redonda, habitada por el Sr. y la Sra. Círculo, estaba decorada con formas curvas, muebles redondeados y adornos en espiral, mientras que la casita cuadrada, habitada por el Sr. y la Sra. Cuadrado, lucía líneas rectas, ángulos precisos y una estética rígida.

Un día, una fuerte tormenta azotó el pueblo. El viento soplaba con fuerza y la lluvia golpeaba las ventanas de las casitas. La familia Círculo estaba preocupada porque su forma redonda los hacía temer que el viento los empujara y los hiciera rodar. Por otro lado, la familia Cuadrado temía que la lluvia infiltrara a través de las esquinas de su casa. Ambas familias estaban nerviosas por lo que la tormenta podía depararles.

A medida que la tormenta arreciaba, las casitas se dieron cuenta de que tenían que unirse para resistir juntas la tempestad. El Sr. Círculo golpeó la puerta de la casita cuadrada. "¡Vecinos, vecinos! ¿Podemos unir nuestras casitas para estar más seguros durante la tormenta?", propuso. La Sra. Cuadrado, con un poco de duda, accedió a la propuesta. Rápidamente, ambas familias unieron las casitas con fuertes lazos y abrazos, combinando la solidez de la forma cuadrada con la flexibilidad de la forma redonda. Juntos, resistieron la tormenta y descubrieron que, al trabajar en equipo, podían superar cualquier adversidad.

Después de la tormenta, las familias Círculo y Cuadrado decidieron mantener unidos tanto sus hogares como sus corazones. La casita redonda fue decorada con líneas rectas y la casita cuadrada recibió toques de formas curvas. La combinación de estilos creó un ambiente único y acogedor que reflejaba la belleza de la diversidad y la importancia de la colaboración.

Y así, la casita redonda y la casita cuadrada se convirtieron en un ejemplo para todo el pueblo, enseñando que la verdadera fortaleza reside en la unión y la aceptación de las diferencias.