La caza del mamut

En lo profundo de un bosque frondoso, Mara y Leo vivían en tribus diferentes en la época de la prehistoria. Mara era una niña curiosa y ágil que se dedicaba a recolectar frutas, raíces y hierbas para su tribu.

Por otro lado, Leo era un niño valiente y habilidoso que se encargaba de cazar animales para alimentar a los suyos.

Un día, mientras Mara buscaba bayas silvestres cerca del río, escuchó un rugido fuerte que la hizo temblar de miedo. Se escondió detrás de un árbol y vio a Leo acercarse con arco en mano, listo para cazar a un gran mamut que se encontraba cerca del agua.

Mara quedó impresionada por la valentía de Leo y cómo manejaba con destreza su arma. - ¡Leo! ¿Qué estás haciendo? -preguntó Mara en voz baja. Leo se sobresaltó al escucharla pero luego sonrió al reconocerla. -¡Hola, Mara! Estoy cazando este mamut para alimentar a mi tribu.

¿Te gustaría ayudarme? Mara dudó por un momento. Aunque ella no estaba acostumbrada a cazar animales tan grandes, sabía que debía superar sus miedos si quería ayudar a su amigo Leo.

Asintió con determinación y juntos idearon un plan para atrapar al mamut. Con paciencia y astucia, lograron acercarse al mamut sin ser detectados. Mara usó sus habilidades como recolectora para distraer al animal con frutas mientras Leo apuntaba certeramente con su arco.

Finalmente, el mamut cayó abatido gracias a la colaboración entre ambos niños. - ¡Lo logramos! -exclamó Mara emocionada mientras abrazaba a Leo. El niño le correspondió el abrazo con una sonrisa llena de gratitud. -Gracias por tu ayuda, Mara. Eres increíble.

A partir de ese día, Mara y Leo se convirtieron en inseparables amigos. Compartían sus conocimientos sobre recolección y caza, aprendiendo el uno del otro y fortaleciendo su amistad día tras día.

Con el tiempo, las tribus de Mara y Leo decidieron unirse formando una sola comunidad donde todos colaboraban juntos para sobrevivir en aquel mundo hostil pero lleno de maravillas naturales.

Mara y Leo demostraron que la amistad puede trascender las diferencias e incluso los roles asignados por la sociedad, enseñándonos que trabajar en equipo siempre nos llevará más lejos de lo que podríamos imaginar.