La Celebración Sorprendente del 64 Aniversario



Era un hermoso día soleado en la Escuela Manuel Espinosa Batista. Todos estaban emocionados porque se celebraba su 64° aniversario. Cedrick y Maia, dos amigos inseparables, habían decidido organizar una fiesta espectacular. Habían hecho un gran plan: ellos se encargarían de los globos, los trabajadores de Río de Oro prepararían el pastel, y las candidatas para el concurso de talentos se estarían arreglando para brillar.

"¡Este lugar va a lucir increíble con todos esos globos!" - dijo Cedrick mientras inflaba uno que casi lo hacía volar.

"Sí, pero no podemos olvidarnos de los colores. ¡Debemos hacer un arcoiris!" - contestó Maia, eligiendo globos de diferentes tonos.

Mientras tanto, en la cocina de Río de Oro, los pasteleros estaban trabajando arduamente.

"Vamos, equipo, necesitamos el pastel más delicioso que haya visto esta escuela" - dijo Don Juan, el chef principal.

"¡Y más grande que el de la fiesta del año pasado!" - gritó Valentina, su asistente.

En la sala de clases, las candidatas también se preparaban. Cada una se vestía con su traje especial, pero había un pequeño problema: una de ellas, Sofía, había olvidado su corona.

"¡Ay, no puedo creerlo! Me siento desnuda sin mi corona" - se lamentó Sofía.

"No te preocupes, Sofía. Podemos hacerte una con algunos globos que nos sobran" - le dijo María, otra candidata, con una sonrisa.

Así que, mientras Cedrick y Maia seguían preparando los globos, María se unió a su esfuerzo.

El tiempo pasaba y la escuela empezaba a cobrarse vida con risas y música. Pero algo inesperado ocurrió: un fuerte viento comenzó a soplar.

"¡Cuidado con los globos!" - gritó Maia. Pero ya era tarde, muchos globos volaban hacia el cielo.

"¡No! ¡Mis globos!" - exclamó Cedrick, tratando de atraparlos en vano.

Los globos comenzaron a alejarse, pero en su camino atrajeron la atención de los niños del barrio que estaban jugando cerca de la escuela.

"¡Mirá! ¡Globos!" - exclamó un niño.

Y uno a uno, los niños se acercaron, siguiendo los globos perdidos. Las candidatas vieron la oportunidad y decidieron unirse a ellos.

"¿Podemos ayudar a atrapar algunos?" - preguntó Sofía.

El grupo de niños se unió a las candidatas y juntos lograron recoger varios globos que habían quedado atrapados en los árboles.

"¡Lo logramos!" - gritaron todos los niños al unísono.

Cuando regresaron a la escuela, Cedrick y Maia estaban sorprendidos.

"¡Los globos!" - exclamó Maia al ver cómo todos llegaban con ellos.

Finalmente, todo estaba listo: los globos lucían espectaculares, el pastel tenía un sabor delicioso y las candidatas, con sus coronas de globos, estaban listas para el concurso.

"¡Es la mejor fiesta de todas!" - dijo Cedrick.

"Y todo gracias a la ayuda de todos" - agregó Maia, sonriendo.

Así, el 64° aniversario de la escuela se convirtió en un día lleno de risas, trabajo en equipo y sorpresas. Los estudiantes aprendieron que, aunque a veces las cosas no salgan como planeábamos, siempre hay forma de unir fuerzas y disfrutar del momento juntos. Al final, todos se fueron a casa con corazones felices, sabiendo que el verdadero espíritu de la celebración era la amistad y la colaboración.

La fiesta fue un éxito rotundo y todos se comprometieron a trabajar juntos en cada nueva celebración.

FIN.

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