La Cena de los Lobos Amistosos



En un pequeño pueblo rodeado de un espeso bosque, había una leyenda que decía que los lobos eran criaturas aterradoras y que nunca debían ser molestadas. Un grupo de niños, sin embargo, siempre había sentido curiosidad por esos animales. Entre ellos estaban Tomás, Sofía, y el pequeño Lucas.

Una tarde, mientras jugaban cerca del bosque, Lucas miró hacia el oscuro arbolado y dijo "¿Y si logramos encontrar a un lobo?"-

Sofía se sobresaltó "No, Lucas. ¡Los lobos son peligrosos!"- Pero Tomás, que siempre había sido el más aventurero, sonrió y dijo "Vamos, sólo será un pequeño paseo. ¡No puede ser tan malo!"-

Así que, sin pensarlo dos veces, los tres niños se adentraron en el bosque. Mientras caminaban, comenzaron a escuchar aullidos lejanos. Sofía temblaba de miedo "¿Qué es eso?"-

"Tal vez son lobos buscando su cena", dijo Tomás, tratando de sonar valiente.-

Sin embargo, a medida que avanzaban, los aullidos se convirtieron en risas. Los niños se miraron confundidos. En ese instante, un lobo de pelaje plateado salió de detrás de un árbol. "Hola, niños, ¿por qué están tan serios?"- dijo el lobo con una voz amigable.

Los niños, asombrados, empezaron a reír. "¿Tú hablas?"- preguntó Lucas, con sus ojos abiertos como platos.

El lobo asintió mientras se acercaba. "Así es. Muchos creen que los lobos somos monstruos, pero en realidad, solo buscamos nuestros lugares en la naturaleza. A veces también nos gusta divertirnos. ¿Quieren venir a nuestra cena?"-

Los niños se miraron entre sí, inseguros. "¿Una cena con lobos?"- dijo Sofía, aún un poco asustada.

El lobo sonrió de nuevo. "No se preocupen. En nuestra cena no hay nada que temer. Solo buena comida y diversión. Vengan, les mostraré a mis amigos."-

Los niños, intrigados, decidieron seguir al lobo, que los llevó a un claro del bosque donde se celebraba una gran fiesta. Había otros lobos, todos muy alegres, y estaban preparando una cena increíble.

"¡Bienvenidos! ¡Hoy es la fiesta de la luna llena!"- exclamó uno de los lobos que estaba cocinando. "Tenemos ensaladas de bayas, pan de maíz y, por supuesto, sopa de champiñones. ¡Y para el postre, torta de manzana!"-

Lucas, que ya no tenía miedo, preguntó "¿Pueden los niños comer de todo eso?"-

El lobo plateado respondió "¡Claro! Todos somos amigos aquí. Lo importante es compartir y disfrutar juntos. Además, la comida es deliciosa. ¡Prueben!"-

Y así, los niños comenzaron a comer lo que los lobos les ofrecían y, para su sorpresa, todo estaba riquísimo. Mientras cenaban, los lobos contaban historias sobre sus aventuras en el bosque, una más increíble que la otra.

Una de las lobas dijo "Siempre tenemos que lidiar con los mitos sobre nosotros. Muchos creen que somos feroces y no saben que en realidad solo queremos vivir en paz. La amistad es lo más importante, y así logramos mostrar quienes somos realmente."-

Al mismo tiempo, Tomás dijo "Nunca pensé que los lobos fueran así. Me alegra que sean nuestros amigos y no lo que nos contaron. Así que, ¿podremos volver a visitarlos unas otras veces?"-

El lobo plateado, feliz con la curiosidad de los niños, dijo "Por supuesto, siempre serán bienvenidos a nuestra cena. Pueden traer a otros amigos también, mientras se acerquen con un corazón abierto, aquí siempre encontrarán felicidad."-

Cuando la fiesta llegó a su fin y la luna brilló intensamente en el cielo, los niños se despidieron de sus nuevos amigos. Mientras caminaban de regreso a casa, Sofía dijo "Nunca más tendré miedo de los lobos, ahora sé que son buenos. ¡Fue la mejor cena de todas!"-

Lucas sonrió y agregó "¡Sí! Y les diré a todos que los lobos son amigos; tal vez podamos hacer una gran fiesta compartida un día."-

Así, los niños aprendieron que a veces lo que parece terrible puede estar lleno de bondad y amistad, y que la verdadera valentía radica en abrirse a nuevas experiencias y formar amistades inesperadas.

FIN.

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