La cena saludable de María y Pedro


Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, dos hermanos llamados María y Pedro. Ambos eran muy alegres y les encantaba jugar todo el día juntos.

En su casa, tenían muchos juguetes con los que se divertían sin parar. Un día, mientras jugaban, se dieron cuenta de que ya era tarde y aún no habían comido nada en todo el día. Pero ellos estaban tan entretenidos con sus juegos que no querían detenerse para comer.

"María y Pedro, ya es hora de cenar", dijo su mamá desde la cocina. "¡Ya vamos!", respondió Pedro sin dejar de jugar.

Pero cuando llegaron a la mesa, se dieron cuenta de que no tenían hambre porque habían estado jugando tanto tiempo que se habían olvidado por completo del hambre. "No tengo hambre", dijo María mientras miraba la comida en el plato. "Yo tampoco", añadió Pedro mientras seguía jugando con sus bloques de construcción.

Su mamá estaba preocupada porque sabía lo importante que era comer bien para crecer fuertes y sanos. Así que decidió enseñarles una lección importante sobre la alimentación saludable.

Al día siguiente, ella les mostró un dibujo de un árbol frondoso lleno de frutas deliciosas: manzanas rojas brillantes, naranjas dulces y plátanos amarillos. Les explicó cómo cada uno tenía diferentes nutrientes importantes para su cuerpo como vitaminas y minerales para mantenerlos fuertes y saludables.

Los niños escucharon atentamente lo que su mamá les decía y empezaron a entender lo importante que era comer bien. Así que decidieron hacer un trato: jugarían durante una hora y luego tomarían un descanso para comer algo saludable. "¡Trato hecho!", dijeron los dos hermanos al mismo tiempo.

Así, cada vez que jugaban juntos, se aseguraban de tomar un descanso para comer algo nutritivo y delicioso. Y poco a poco empezaron a sentirse más fuertes y llenos de energía gracias a su alimentación saludable.

Con el tiempo, María y Pedro aprendieron la importancia de equilibrar el juego con una buena nutrición. Se dieron cuenta de que hay tiempo para todo en la vida, incluso para divertirse y cuidarse al mismo tiempo.

Y así es como ambos hermanos aprendieron una lección valiosa sobre la importancia de alimentarse sanamente mientras disfrutan su infancia llena de juegos y aventuras.

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