La Chispa de Amor de Sofía y Estrellita


Había una vez en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, llamado Santa Lucía, una estrellita muy especial.

Esta estrellita brillaba más que cualquier otra en el cielo nocturno y era conocida por todos como "Estrellita que ilumina mi corazón". - ¡Mira mamá! -exclamó Sofía al apuntar hacia el cielo-. Ahí está Estrellita que ilumina mi corazón. - Sí hija, es hermosa -respondió su madre con una sonrisa en el rostro.

Sofía amaba ver a Estrellita cada noche antes de dormir. Le daba paz y tranquilidad saber que ella estaba allí cuidando del mundo mientras las personas descansaban. Un día, mientras caminaba hacia la escuela, Sofía notó algo extraño en el cielo.

La estrella no estaba brillando como siempre lo hacía. Parecía estar triste y opaca. - ¿Qué le pasa a Estrellita? -se preguntó Sofía preocupada.

Esa tarde cuando regresó a casa decidió hablar con su madre para averiguar si sabía algo acerca de lo que le pasaba a la estrella. - Mamá, ¿sabes qué le pasa a Estrellita? - No hija, no tengo idea. Pero tal vez deberías preguntarle directamente -respondió su madre con una sonrisa sabia en su rostro.

Sofía se sorprendió al escuchar esto pero decidió intentarlo. Esa noche antes de dormir cerró los ojos y pensó fuertemente en la estrella:- Hola Estrellita ¿estás bien? Te he notado un poco triste últimamente.

Para su sorpresa, la estrella respondió:- Hola Sofía. No estoy bien, he perdido mi brillo y no sé cómo recuperarlo.

- Oh no Estrellita, ¿cómo puedo ayudarte? - Necesito encontrar una chispa de amor en el corazón de alguien para poder volver a brillar con fuerza -respondió la estrella con un tono apagado. Sofía se quedó pensando en lo que podía hacer para ayudar a su amiga Estrellita.

Recordó que había un niño en su clase llamado Juan que siempre estaba solo y parecía triste. Decidió hablar con él al día siguiente. - Hola Juan -dijo Sofía acercándose a él-. ¿Quieres jugar conmigo y mis amigos hoy? Juan se sorprendió al escuchar esto pero aceptó encantado.

Ese día mientras jugaban juntos, Sofía notó como algo cambió dentro de ella. Se sentía más feliz y llena de energía.

Esa noche antes de dormir habló nuevamente con Estrellita:- Hola amiga, encontré una chispa de amor en mi corazón al jugar con Juan hoy. Creo que esto puede ayudarte a ti también. De repente la estrella comenzó a brillar intensamente iluminando toda la habitación. - ¡Lo lograste Sofía! -exclamó emocionada-.

Gracias por ser tan buena amiga y ayudarme a recuperar mi brillo. Desde ese día en adelante, Estrellita volvió a brillar más fuerte que nunca y todos los niños del pueblo sabían que era gracias al amor que existía entre ellos mismos y hacia el mundo que los rodeaba.

Sofía aprendió que la amistad y la bondad pueden hacer milagros y que, aunque sea pequeña, ella también podía hacer una gran diferencia en el mundo.

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