La Cigarra Valiente



Había una vez en el bosque, una alegre cigarra llamada Cigarra, que siempre se levantaba temprano para disfrutar del sol y cantar hermosas canciones. Todos los animales del bosque la admiraban por su dulce voz y su energía contagiosa.

Un día, mientras Cigarra caminaba por el prado cantando alegremente, tropezó con una piedra y cayó de bruces al suelo. Se levantó rápidamente y comenzó a frotarse sus patitas. Sin embargo, notó algo extraño: sus patitas estaban chinitas.

Cigarra se asustó mucho y no sabía qué hacer. Corrió hacia su amiga Mariquita en busca de ayuda. Al llegar al árbol donde vivía Mariquita, la encontró conversando con Hormiga.

"¡Mariquita! ¡Necesito tu ayuda! Mis patitas están chinitas", exclamó Cigarra preocupada. Mariquita miró las patitas de Cigarra detenidamente y dijo: "No te preocupes, amiga. Creo saber lo que ha pasado".

Hormiga se acercó curiosa y preguntó: "¿Qué le ha pasado a Cigarra?"Mariquita explicó: "Cuando Cigarra tropezó con la piedra, sufrió un pequeño accidente que hizo que sus patitas se pusieran chinitas". "¿Y cómo podemos ayudarla?", preguntaron ambos animales al unísono. Mariquita sonrió y dijo: "Tenemos que llevarla al sabio Búho del bosque.

Él seguramente sabe cómo solucionar este problema". Entonces, los tres amigos se dirigieron al árbol más alto del bosque, donde Búho vivía. Al llegar, le explicaron la situación y Búho examinó las patitas de Cigarra con cuidado.

"No te preocupes, pequeña Cigarra", dijo Búho tranquilizadoramente. "Tengo una solución para ti". Búho les contó a los amigos sobre una planta mágica llamada "Hierba Estrellada" que crecía en lo profundo del bosque.

Esta hierba tenía poderes curativos especiales y podía ayudar a Cigarra a recuperarse. Los cuatro emprendieron un viaje hacia el corazón del bosque en busca de la Hierba Estrellada.

Pasaron por prados y ríos, atravesaron arbustos espinosos e incluso treparon árboles altos hasta que finalmente encontraron la planta mágica. Cigarra comió algunas hojas de Hierba Estrellada y al instante sus patitas dejaron de estar chinitas. Saltó de alegría mientras Mariquita, Hormiga y Búho aplaudían emocionados.

Cigarra estaba muy agradecida por la ayuda que había recibido y prometió ser más cuidadosa en el futuro para evitar tropezones. A partir de ese día, se convirtió en la mensajera oficial del bosque llevando noticias positivas a todos los animales.

La historia de Cigarra nos enseña que siempre hay soluciones para nuestros problemas si buscamos ayuda y confiamos en aquellos que nos rodean. Además, nos recuerda la importancia de ser amables con los demás animales del bosque y estar dispuestos a ayudarlos en momentos difíciles.

Y así, la cigarra Cigarra siguió cantando y alegrando el bosque con su música y su espíritu inquebrantable.

FIN.

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