La Ciudad de los Sueños
En un lugar no muy lejano, había una ciudad mágica llamada Soñandia, donde los sueños de los niños se hacían realidad. En esta ciudad vivía una niña llamada Clara, que pasaba sus días imaginando aventuras increíbles.
Una mañana, mientras jugaba en el parque, Clara conoció a un pequeño dragón llamado Lúgano, que se había perdido. Lúgano tenía el pelo verde y escamas brillantes. Clara, emocionada, se acercó.
"Hola, ¿qué te pasó?" - preguntó Clara.
"Hola, soy Lúgano y estoy buscando mi casa. Me perdí mientras intentaba encontrar la flor del deseo. ¡Es muy especial!" - respondió el dragón con una voz temblorosa.
Intrigada, Clara decidió ayudar a Lúgano. Juntos, comenzaron su búsqueda. Se adentraron en el Bosque de las Mariposas, un lugar donde el viento susurraba secretos.
Mientras caminaban, encontraron a una mariposa que parecía estar en problemas.
"¡Ayuda! No puedo encontrar mi camino de regreso a casa. Estaba buscando néctar para mis amigas y ahora estoy perdida" - lloró la mariposa.
Clara, que siempre había sido muy generosa, le dijo a Lúgano:
"Podemos ayudarla primero, así tendremos una amiga que tal vez sepa dónde está la flor del deseo."
Lúgano asintió y juntos guiaron a la mariposa de regreso a su hogar. Al llegar, la mariposa estaba muy feliz.
"¡Gracias! Por su ayuda, les daré algo especial. ¡Escuchen! La flor del deseo se encuentra en la cima de la Colina de los Quimeros!" - explicó la mariposa.
Con el nuevo dato, Clara y Lúgano se despidieron de la mariposa y continuaron su camino. Al llegar a la Colina de los Quimeros, se encontraron con un extraño paisaje lleno de nubes de colores y brillar de estrellas.
"¡Mirá esas nubes, son como algodones de azúcar!" - exclamó Clara.
"Es increíble, pero debemos concentrarnos en encontrar la flor" - dijo Lúgano.
Tras un largo rato de búsqueda, encontraron una flor gigante que giraba en diferentes direcciones. Clara se acercó con cuidado.
"¡Es la flor del deseo!" - dijo emocionada.
De repente, la flor empezó a hablar.
"Hola, niños. Soy la Flor del Deseo. ¿Qué desean?" - dijo con una melodía suave.
Clara miró a Lúgano y ambos, sin dudar, respondieron al unísono:
"Queremos ayudar a todos los que están perdidos y necesitan un hogar."
La flor sonrió.
"Por su bondad, les concederé un deseo especial. Crearé un lugar donde todos los seres mágicos puedan sentirse en casa."
Y así, la Flor del Deseo creó un hermoso refugio en Soñandia, donde animales y criaturas de todas partes podían vivir en paz. Clara y Lúgano se convirtieron en los guardianes del lugar, ayudando a quienes estaban perdidos y asegurándose de que todos se sintieran como en familia.
Con el paso del tiempo, muchos otros niños, inspirados por Clara, se unieron a su causa. Juntos, aprendieron a ser generosos y a ayudar a los demás, creando un vínculo irrompible de amistad y colaboración.
Y así, el refugio prosperó, convirtiéndose en el símbolo de la bondad en Soñandia, recordando a todos que con un poco de ayuda y mucho amor, cualquier sueño podía hacerse realidad.
Desde entonces, Clara y Lúgano encontraron su hogar en los corazones de aquellos a quienes ayudaron, y su historia se escuchaba en las risas de los niños jugando y soñando en la ciudad mágica.
FIN.