La Clase Digital mágica



Era un día soleado en la Universidad Adventista de Colombia. Leonardo, un profesor de tecnología, estaba emocionado por enseñar a un grupo de estudiantes sobre el uso de herramientas digitales para sus clases.

Leonardo, con su laptop en la mesa, empezó la clase con una gran sonrisa.

"¡Bienvenidos! Hoy vamos a descubrir cómo la tecnología puede hacer que nuestras clases sean mucho más divertidas y efectivas. ¿Están listos para volar en el mundo digital?"

Los estudiantes asintieron entusiasmados.

"Síiiii, ¡listos para aprender!" exclamó Sofia, una estudiante muy inquieta.

"Hoy vamos a aprender sobre aplicaciones educativas, pero también vamos a hacer un pequeño juego. ¿Qué les parece?"

Dijo Leonardo mientras su mirada brillante iluminaba el aula.

"¡Juegos! ¡Me encanta!" gritó Juan, un compañero de la clase, que siempre estaba anhelando la diversión.

"Perfecto, pero este juego tiene un truco. ¡Tendrán que formar grupos y usar su creatividad para planear una clase usando lo que aprendan!"

Los estudiantes se miraron intrigados y comenzaron a organizarse, formando cinco grupos.

Sofia y Juan se unieron, mientras que otros estudiantes se agrupaban.

En media hora, Leonardo les explicó las herramientas.

"Aquí tienen algunas: Kahoot, Google Classroom, y Canva. Todos son excelentes para hacer sus clases más interactivas. Ahora, ¡manos a la obra!"

El aula se llenó de risas y conversaciones mientras los grupos comenzaban a trabajar, todos deseando experimentar con cada herramienta. Sofia empezó a hacer preguntas.

"¿Leonardo, y si hacemos un Kahoot sobre mitos colombianos? ¡Podría ser divertido!"

"¡Gran idea, Sofia! Eso podría atraer la atención de todos. Hagan las preguntas más interesantes que se les ocurran".

El grupo de Sofia trabajó animadamente, mientras el resto también buscaba ideas.

De repente, el ambiente cambió cuando Pedro, del grupo de al lado, levantó la mano.

"¡Leonardo! No puedo entrar a Google Classroom. No sé qué hacer. Esto no me está funcionando".

Leonardo se acercó.

"No te preocupes, Pedro. A veces, la tecnología puede ser un poco traviesa. Vamos a solucionarlo juntos". Y así, pasaron varios minutos mientras Leonardo ayudaba a Pedro a resolver el problema.

Mientras tanto, Juan y Sofia diseñaban un Kahoot lleno de preguntas intrigantes.

"¿Te imaginas la expresión en sus caras cuando vean la pregunta de cómo el Mohán protege su río?"

"Sí, eso va a ser espectacular. ¡Propongamos hacerlo en la próxima clase!"

Finalmente, llegó el momento de compartir sus ideas. Cada grupo se turnó para presentar.

"¡Nosotros haremos una presentación sobre el clima de Colombia usando Canva!" decía un grupo emocionado.

"Y nosotros compartiremos leyendas en un Kahoot interactivo que hará que todos participen" dijo Sofia.

Cuando llegó el turno de Pedro, parecía nervioso.

"Bueno, nosotros decidimos hacer una presentación sobre la flora del Amazonas..."

Pero de repente, una chispa de creatividad iluminó su rostro.

"¡Y vamos a hacer un mural digital en Google Jamboard! Así, la gente podrá dejar sus comentarios y preguntas. ¡Estamos todos juntos en esto!"

Todos aplaudieron.

"¡Eso sí que suena increíble!" gritaron entusiasmados.

Finalmente, el aula se llenó de aplausos y risas. Leonardo sonrió los escuchaba, pensando en lo que había logrado.

"¿Ven cómo la tecnología puede unirnos y hacernos más creativos? Me alegra que hayan apostado por innovar en sus clases. ¡Esto va a ser un gran cambio!"

La clase terminó con el grupo de Sofia planteando la idea de hacer sus propios Kahoots y compartirlos con toda la universidad. Todos estaban felices y emocionados por el futuro. Al salir, Juan le dijo a Sofia:

"No puedo esperar a ver sus caras cuando presentemos. ¡La magia de la tecnología hará que cada clase sea como un cuento de hadas!"

Sofia sonrió.

"Y lo mejor es que todos podemos ser parte de este cuento. ¡Vamos a crear magia juntos!"

Y así, los estudiantes terminaron su día llenos de ideas y creatividad, listos para aplicar lo aprendido en las clases futuras, convencidos de que el uso de herramientas digitales les abriría un mundo nuevo lleno de aventuras pedagógicas.

FIN.

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