La cobija y el frío en la finca montañosa
En una finca montañosa de Argentina, vivía una simpática cobija llamada Carlota. Carlota era una cobija especial, hecha con lana de oveja de la mejor calidad.
Le encantaba mantener calentitos a todos los habitantes de la finca en las noches frías. Pero un día, una ola de frío inusual llegó a la finca, y Carlota se dio cuenta de que no era suficiente para mantener abrigados a todos. Decidió entonces emprender un viaje en busca de una solución.
En su recorrido, conoció a Mateo, un simpático cordero que pastaba en la pradera. -Hola, Mateo, ¿cómo puedo ayudar a que el frío no nos afecte tanto? -preguntó Carlota preocupada. -Baaaah, el truco está en la lana, Carlota.
Si pudiéramos conseguir más lana de buena calidad, podríamos tejer más cobijas calentitas para todos -respondió Mateo. Entusiasmada con la idea, Carlota y Mateo fueron en busca de más lana.
Con ingenio y trabajo en equipo, lograron recolectar lana de ovejas, y junto a las habilidades de tejido de Carlota, lograron confeccionar nuevas cobijas. Poco a poco, la finca se llenó de coloridas cobijas calentitas que alegraron a todos.
El invierno ya no fue un problema, y la solidaridad y el trabajo en equipo lograron vencer al frío. Desde entonces, Carlota y Mateo enseñaron a todos en la finca la importancia de la colaboración y la creatividad para superar los desafíos.
Y así, la finca montañosa se convirtió en un lugar más cálido y unido que nunca.
FIN.