La cola de Mono y la Luna

Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, un gato muy especial llamado Mono. Mono era diferente a los demás gatos, ya que tenía una cola larga y peluda que se parecía a la de un mono.

A pesar de su apariencia única, Mono era muy cariñoso y juguetón. Un día, Mono fue abandonado en las afueras del pueblo por su antigua familia.

Se sintió triste y desamparado, pero decidió no rendirse y buscar un nuevo hogar donde lo quisieran tal como era. Mono decidió recorrer las calles de Villa Feliz en busca de alguien que le diera amor y cuidados.

Pasaron los días y el gato mono visitaba cada rincón del pueblo, pero nadie parecía querer adoptarlo por ser diferente. Un día, mientras paseaba por el parque central, Mono se cruzó con una niña llamada Luna.

Luna tenía el cabello tan negro como la noche y unos ojos brillantes como la luna llena. Al ver a Mono, sus ojos se iluminaron de alegría. "¡Mira mamá! ¡Este gato es tan especial! ¿Podemos llevarlo a casa?" -dijo Luna emocionada.

La mamá de Luna dudó al principio, pero al ver la mirada suplicante de su hija no pudo resistirse. "Está bien Luna, podemos llevarlo a casa por hoy para ver cómo se lleva con nosotros" -respondió la mamá con una sonrisa. Luna abrazó a Mono con fuerza y juntos regresaron a casa.

Desde ese día, Mono encontró un hogar lleno de amor y compañía. Luna lo cuidaba todos los días, jugaba con él y le daba todo el cariño que necesitaba. Pero la historia no termina ahí.

Un mes después de adoptar a Mono, Luna descubrió algo sorprendente: ¡la cola larga y peluda del gato comenzó a enagarrarse poco a poco hasta convertirse en una cola normal para un gato!"¡Mamá! ¡Mira lo que le pasó a la cola de Mono!" -exclamó Luna emocionada.

La mamá sonrió asombrada al ver la transformación del gato mono abandonado. Resulta que todo ese tiempo, lo único que necesitaba era amor y cuidados para volver a ser un gato común y corriente.

Desde entonces, Mono vivió feliz junto a Luna y su familia en Villa Feliz. La gente del pueblo aprendió que no importa cómo seas por fuera; lo más importante es el amor que tienes dentro de ti.

Y así termina esta historia sobre un gato mono abandonado que encontró su verdadero hogar gracias al amor incondicional de una niña llamada Luna.