La competencia amistosa


Había una vez en un supermercado muy concurrido dos bolsas que siempre estaban juntas: una bolsa de papel y una bolsa de tela.

La bolsa de papel era elegante y fina, mientras que la bolsa de tela era resistente y colorida. Desde hacía tiempo discutían sobre cuál de las dos era la mejor y más útil.

La bolsa de papel se pavoneaba frente a la de tela diciendo: "Yo soy la más elegante y sofisticada, todos me prefieren por mi aspecto refinado". La bolsa de tela, sin embargo, respondía con seguridad: "Pero yo soy mucho más resistente y puedo ser reutilizada muchas veces".

Un día, el supermercado decidió organizar un concurso para determinar cuál era la mejor bolsa. Ambas estaban emocionadas por demostrar sus habilidades. El primer desafío consistía en cargar objetos pesados. La bolsa de papel tomó unos cuantos productos pero se rompió enseguida, dejando caer todo al suelo.

La bolsa de tela cargó el doble de peso sin problemas. "¡Ves! ¡Te lo dije! Soy mucho más resistente!", exclamó triunfante la bolsa de tela. El segundo desafío fue llenar las bolsas con artículos frágiles como huevos.

La bolsa de papel los protegió bien gracias a su suavidad, pero al ser tan débil terminaron rompiéndose algunos huevos cuando alguien pasó rozándola accidentalmente. Por otro lado, la Bolsita De Tela logró mantener seguros todos los huevos gracias a su resistencia.

"¡Ahí tienes otra prueba! ¡Soy mucho más práctica para proteger cosas frágiles!", dijo orgullosamente la Bolsita De Tela. Finalmente, llegaron al último desafío: ayudar a una anciana a llevar sus compras hasta su casa.

La Bolsita De Papel estaba nerviosa porque sabía que no podría cargar tanto peso como la Bolsita De Tela.

Sin embargo, cuando llegó el momento, algo inesperado ocurrió; mientras intentaba levantar las pesadas compras junto a la anciana, se rasgó aún más y ya no pudo sostener nada. La Bolsita De Tela se acercó gentilmente a ayudarlas llevando todas las compras sin problema alguno hasta el hogar de la anciana.

"¿Ves? No importan solo tus apariencias o tu fragilidad; lo importante es ser útil y servir a los demás", le dijo amablemente mientras depositaba las compras en el hogar de la anciana.

Desde ese día, ambas aprendieron que cada una tenía sus propias virtudes y usos especiales; mientras que la Bolsita De Papel podía ser elegante y delicada para ciertas ocasiones específicas, era importante reconocer que había momentos donde lo realmente valioso era ser fuerte y duradero como lo era la Bolsita De Tela.

Y así fue como estas dos simpáticas personajes comprendieron que no debían competir entre sí sino complementarse mutuamente para enfrentar cualquier situación juntas en armonía en aquel bullicioso supermercado argentino.

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