La competencia amistosa en Los Pumitas
En la Escuela Primaria "Los Pumitas", los niños estaban emocionados porque por fin era viernes, ¡y eso significaba que era día de jugar al fútbol y al vóley en el recreo! Todos corrían hacia el patio, ansiosos por empezar a divertirse.
El sol brillaba en lo alto del cielo azul, y el césped estaba perfecto para jugar.
Los equipos se formaron rápidamente: por un lado, los Tigres Amarillos para el fútbol, y por el otro, las Panteras Rosadas para el vóley. Todos estaban listos para competir de forma amistosa y disfrutar de una tarde llena de deporte y diversión. -¡Vamos Tigres Amarillos, vamos a ganar este partido! -gritaba Juan, el capitán del equipo de fútbol.
-¡Sííí! ¡Las Panteras Rosadas vamos a darlo todo en la cancha de vóley! -respondía Sofía con entusiasmo. El partido de fútbol comenzó con mucha energía. Juan pateó la pelota hacia adelante y todos los jugadores corrieron detrás de ella.
La emoción se sentía en el aire mientras intentaban marcar goles y defender su arco con todas sus fuerzas. En paralelo, las chicas del equipo de vóley también estaban dando lo mejor de sí.
Sofía saltaba alto para bloquear los remates del equipo contrario, mientras Valentina se esforzaba por pasarle la pelota a sus compañeras para que pudieran anotar puntos. La hora del recreo pasaba volando entre risas y juegos intensos.
Finalmente, sonó la campana que indicaba que era momento de regresar a clases. Los niños estaban cansados pero felices por haber compartido una tarde tan divertida juntos.
Mientras caminaban hacia sus aulas, Juan se acercó a Sofía y le tendió la mano:-Gracias por ser una excelente rival en el campo hoy. ¡Nos hicieron sudar! Sofía le sonrió y le dio un fuerte apretón de manos:-¡Igualmente! Fue un partido increíble. ¡Que gane el mejor! Ambos se despidieron con una sonrisa antes de entrar a clases.
Esa tarde demostraron que más allá de la competencia deportiva, lo importante era disfrutar del juego limpio y la camaradería entre amigos.
Y así terminó un viernes inolvidable en la Escuela Primaria "Los Pumitas", donde aprendieron que siempre es bueno esforzarse al máximo en lo que les apasiona y valorar tanto las victorias como las derrotas como parte fundamental del crecimiento personal.
FIN.