La Competencia de Espantos
Había una vez un colegio muy especial, el Colegio de los Fantasmas. Los estudiantes eran todos fantasmas y aprendían a hacer travesuras, asustar a la gente y mover objetos con su energía.
Pero había un problema en este colegio: los fantasmas no se llevaban bien entre ellos. Siempre estaban compitiendo para ver quién era mejor en las travesuras o quién podía asustar más fuerte.
Un día, la directora del colegio decidió que era hora de cambiar esto y enseñarles algo importante: el valor de la alegría y el compañerismo.
"Queridos estudiantes - dijo la directora -, hoy vamos a aprender sobre lo importante que es trabajar juntos como equipo y disfrutar de las cosas simples de la vida". Los estudiantes no estaban muy convencidos al principio, pero pronto comenzaron a darse cuenta de lo divertido que podía ser trabajar juntos.
Comenzaron a jugar juegos en equipo, compartir sus bromas favoritas e incluso ayudarse unos a otros con sus tareas escolares. "¡Esto es genial! - exclamó uno de los estudiantes -. Nunca había pensado en trabajar juntos así antes".
La directora estaba feliz al ver cómo los estudiantes habían cambiado gracias a su lección sobre la alegría y el compañerismo. Pero todavía había un problema por resolver: las notas. Los fantasmas seguían teniendo dificultades para aprobar sus exámenes y trabajos escolares debido a su constante competencia entre ellos.
Así que la directora ideó una forma especial para evaluarlos: les dio puntos extra por cada acto de compañerismo o alegría que demostraran durante el día. "Si ayudan a un compañero con su tarea, ganarán puntos extra.
Si comparten una broma divertida, también ganarán puntos extra". Los estudiantes se pusieron manos a la obra y comenzaron a demostrar su alegría y compañerismo en todo momento.
Ayudaban a los demás con sus tareas, compartían sus bromas favoritas e incluso organizaban fiestas sorpresa para celebrar las pequeñas cosas de la vida. Y así, gracias al valor de la alegría y el compañerismo, los fantasmas del Colegio de los Fantasmas lograron aprobar todos sus exámenes y trabajos escolares.
Y lo más importante: aprendieron que trabajar juntos es mucho más divertido que competir entre ellos. La directora estaba orgullosa de sus estudiantes y sabía que habían aprendido una lección valiosa para toda la vida.
FIN.